Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Es la hora de políticas de Estado

10/03/2022

Estamos en guerra aunque no lo estemos, pertenecemos a la OTAN y la UE, dos adversarios a los que Putin pretende neutralizar.

España, como el resto del mundo occidental, se enfrenta a la crisis energética más grave de su historia, además del problema que supone para la seguridad que al frente de Rusia se encuentre un personaje tan peligroso como Putin. Tanto, que las esperanzas están puestas en otro dirigente de enorme peligro, Xi Jinping, el único hombre que hoy podría hacer entrar en razón al líder ruso.

Es momento para la llamada política de Estado y llegar a acuerdos con la oposición para mantener una línea única, estudiada y compartida, entre el gobierno y los dirigentes de la oposición. Fundamentalmente con el líder de la oposición, el presidente del PP. Un PP que ha pasado página al mandato de Casado y que dentro de pocos días estará presidido por un político de sobrada experiencia de gestión, que se mueve en la centralidad y el liberalismo y que ha demostrado en los muchos años de experiencia política, que no se deja llevar por los complejos, sino por el sentido común y el pragmatismo.

Ha llegado el momento de llegar a acuerdos en materia de Defensa, Política Exterior y Seguridad, y los puntos esenciales de la Constitución. En el caso español, el respeto a la Corona. En este último aspecto es claro el déficit del gobierno, del que forma parte un partido que no pierde ocasión de proclamar su republicanismo -perfectamente aceptable-, expresar su rechazo a la Corona y no desperdiciar ocasión de protagonizar actos de desprecio al Rey.

La crisis energética que ya nos ha alcanzado va a provocar problemas que obligarán a decisiones indeseables, algunas de ellas promovidas por la OTAN y la UE. No caben medias tintas, ya están aquí los tiempos duros, y los gobernantes se verán abocados irremediablemente a tomar iniciativas dolorosas. Iniciativas que sería bueno que consensuaran el gobierno y el PP, no solo para tranquilidad del gobierno, sino de la mayoría de los ciudadanos. Porque evidentemente provoca más confianza un macropacto con un líder de la oposición como Feijóo, que no solo no es un talibán sino que tiene más experiencia de gobierno que el propio Pedro Sánchez, sino que dejaría sin capacidad de proponer medidas a los ministros de Podemos de los que, hasta ahora, no ha salido ni una sola propuesta que merezca aplausos.

Con Feijóo al frente del PP pueden cambiar muchas cosas para bien, y dejar de lado a partidos que solo han buscado su propio beneficio. Para que ello ocurra debe haber buena voluntad por parte de quienes van a ser los máximos responsables de la política española en pocas semanas. Y que tanto Sánchez como Feijóo comprendan que lo mejor para los españoles es que en tiempos dramáticos ellos son capaces de entenderse en los asuntos de Estado y evitar la permanente confrontación.