Ha cerrado la X legislatura de las Cortes de Castilla-La Mancha haciendo un balance muy positivo, calificándolas como «productivas, más accesibles, más abiertas y más feministas», pero, ¿también ha sido su mejor año como presidente? 

Lo que puedo decir es que, en términos generales, ha sido mucho mejor el final que el principio. El 2019 fue un año bonito, y estuvo todo bien, pero 2020, con la pandemia, fue muy doloroso. Y el 21 dejó secuelas de lo gravoso que fue el anterior. En el 22, y los últimos meses ahora del 23, aunque se ha incrementado un poco la tensión política, y ha habido menos ánimo de consenso, es cierto que en términos estrictamente personales han sido unos meses de menos tristeza. Si tuviera que quedarme con un momento de la legislatura me quedaría con el inicio y con el final. Hemos hecho muchísimas cosas pero, lamentablemente, la tristeza es un elemento que atraviesa todo el corazón de esta legislatura.

En la anterior legislatura fue diputado nacional, y en esta presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, aparte de lo evidente, ¿qué cambios destaca entre una etapa y otra?

«No hay día en el que el PP no invente algo descabellado»Son lugares distintos. Allí hay 350 diputados y aquí 33. Allí hay diez grupos parlamentarios, uno de los cuales, el mixto, está formado por otros diez grupos. Aquí hay tres grupos parlamentarios. Allí fui diputado de oposición y también del Gobierno. Y, bueno, es un oficio distinto, aunque siempre tengas que defender tu provincia y las misiones que te han asignado, que normalmente coinciden con tus gustos, con tus capacidades. Aquí no he tenido la oportunidad de vivir el trabajo parlamentario ni desde la perspectiva de Gobierno ni de oposición, porque mi posición es de dirección y arbitraje. No he conocido lo que es el trabajo en comisión, ni el trabajo sectorial. Mi función es más global.

Pero, desde luego, no puedo comparar un honor tan grande como haber sido presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha con nada de lo que haya hecho. A pesar de que ser alcalde de Azuqueca también me ha llenado el corazón. Un chico como yo, nacido fuera de la comunidad autónoma (en Cádiz), que pueda ser el presidente de las Cortes es muy emocionante. Yo me siento de aquí, soy de aquí, porque llevo toda la vida aquí, pero tengo elementos que me suponen una cierta emoción personal.

Y le ha tocado además ser el presidente de las Cortes en número redondos: la décima legislatura y vivir el cuarenta aniversario del Estatuto de Autonomía. ¿Qué balance hace de esa efeméride?

«No hay día en el que el PP no invente algo descabellado»Hemos celebrado el Estatuto como la reivindicación de que la autonomía ha servido para mejorar la vida de la gente. Los hombres y mujeres que habitan esta tierra hoy viven mejor que hace 40 años. La autonomía, junto con la Constitución Española, junto a la pertenencia a la Unión Europea, ha contribuido a la estabilidad democrática. Pero también acercar las competencias a los ciudadanos, y autogestionar algunos asuntos que son determinantes para la calidad de vida, han contribuido sin ningún género de dudas a que esta región progrese mejor y que la mayor parte de la gente viva mucho mejor. Que los pueblos y ciudades estén mucho mejor. Que los servicios públicos estén mucho mejor. Que tengamos datos económicos, sociales, culturales, medioambientales… muchísimo mejores. Estos cuarenta años demuestran que ha habido un éxito colectivo que se llama Castilla-La Mancha. 

Probablemente nadie la esperaba antes de que se crease, pero tiene una legitimidad de resultados. Y tiene consecuencias: hemos mejorado todos los indicadores de calidad de vida y eso es lo que nos tiene que hacer sentir orgullosos de que hemos sabido aprovechar el elemento autonómico que reconoce la Constitución no para dividir, no para fracturar, sino para unir España y para progresar como región.

De las 46 leyes que han salido adelante en este último ejercicio en las Cortes, ¿con cuál se queda?

Esta legislatura va a ser recordada en un futuro como la de la Ley de Despoblación. Porque es la primera de España, porque tiene una gran impacto en la sociedad y porque está teniendo mucha influencia en otros parlamentos autonómicos, en la política nacional e, incluso, en la transnacional. El presidente de Castilla-La Mancha ha ideado un modelo que, probablemente, cambie en parte la política española, y quizás comunitaria, de la próxima década. 

Pero hay también otras leyes muy bonitas. La ley que protege a la infancia, a los niños y niñas y a los adolescentes; la ley de la atención temprana, que se ocupa de los niños y niñas que tienen unas necesidades especiales; la ley que extiende derechos al colectivo LGTBI; leyes de carácter medioambiental, que ha habido varias; leyes de contenido agrícola; leyes de dimensión económica; leyes de contexto, o de coyuntura si se quiere, para resolver el problema que nos ha causado el Covid… la verdad es que es una legislatura muy productiva, muy bien aprovechada. Creo sinceramente que cuando pase una década, de la X Legislatura se podrá decir: aquella en la que sufrimos el Covid, la que superamos todas las dificultades que nos pusieron en el camino, y aquella en la que se inició el camino de la recuperación del mundo rural a través de una Ley de Despoblación pionera en toda Europa.

En la última sesión de las Cortes aprobaron la Ley de agricultura familiar y acceso a la tierra, y está siendo muy criticada por la oposición, que la tilda de «comunista».

Voy a hacer una valoración sin caer específicamente en el contenido de la ley. El problema de la libertad y de la democracia consiste en que si se imponen los bulos y las mentiras, no digamos las exageraciones sino las mentiras, pues probablemente pervirtamos el sentido de la democracia. 

Nadie se cree que el presidente de Castilla-La Mancha sea un comunista. Nadie se cree que, ni aunque gobernaran los comunistas, se iban a dedicar a hacer expropiaciones forzosas a nadie. Es evidente que no es así. Es sencillamente evidente. ¿Qué ocurre? Pues que el 'trumpismo', las dinámicas del 'Tea Party' americano, se han ido extendiendo por el mundo. No son exclusivas de la extremaderecha, aunque sean mayoritariamente suyas porque la extremaizquierda lo que trajo es un gusto por la exageración, que deforma la realidad, pero es que la extremaderecha ha venido con las mentiras. Y en España esto fundamentalmente lo articula Vox. 

¿Y qué ocurre en Castilla-La Mancha? Que el PP de Castilla-La Mancha no se parece mucho al PP de España. El candidato de Castilla-La Mancha suele aparecer con otros candidatos de otras comunidades para parecerse a ellos, pero no se parece. Aquí actúa muy parecido a Vox. Su comportamiento es muy parecido a Vox. Está instalado todos los días en meter una trola espectacular que tiene muy poca credibilidad entre personas con un nivel cultural medio-alto, y cuenta con la ayuda de algunos medios de comunicación y algunas terminales que lo soportan todo.

Sorprendió que esta pasada Semana Santa saliera usted a la palestra a contestar a la oposición.

Es que todos los días hay un bulo nuevo. Me pongo a pensar en las últimas semanas y no hay prácticamente ningún día que no se hayan inventado una cosa descabellada, increíble, y la intentan colar en los medios de comunicación, algunos de los cuales lo propagan y, bueno, ese es su objetivo. Esto ya lo hizo Trum en Estados Unidos o Bolsonaro en Brasil, y me parece fatal, no solo porque incurran en populismos, sino porque deterioran la democracia. 

Defender la democracia es defender la verdad. ¿Se le pueden hacer críticas a este Gobierno con la verdad? Sin ningún problema, y algunas críticas podrían llevar a plantear una alternativa política que ganara las elecciones. Por qué pudiendo plantear cosas que sin duda pueden encontrar que se hayan hecho mal, o que se podrían hacer mejor, se van a la mentira. Tiene un componente antidemocrático, porque la verdad es el sustento de la democracia y del pluralismo.

Cómo presidente de las Cortes, ¿qué diputada o diputado ha sido el más díscolo, al que más veces has tenido que llamar la atención esta legislatura?

Tengo alguno o alguna en la cabeza, pero no lo voy a decir. Porque creo que para hacer una crítica individual se tienen que dar unas circunstancias que en este caso no se dan. Creo que los diputados y diputadas han tenido un comportamiento, en términos generales, ejemplar. Estoy agradecido a todos y cada uno de ellos. No quiero subrayar a nadie por un comportamiento especialmente feo, porque probablemente habrá jugado un papel incluso que le hayan asignado y no se merece ni esa persona ni su familia que dentro de un tiempo quede caricaturizado, etiquetado, como una persona crispadora, filibustera… en fin, prefiero evitar calificar a nadie.

Hay un diputado de Cs del que todos en su partido hablan maravillas. Se trata de David Muñoz, ¿lo ve en el PSOE la próxima legislatura?

Eso no lo sé. Pero a mí me parece un magnífico diputado. Me lo parecía también Alejandro Ruiz, que también fue diputado de Cs. Creo que hay algunos diputados, probablemente también del PP y por supuesto del PSOE, que se elevan sobre las siglas y las posiciones ideológicas.

David, no solo por su nivel de conocimiento técnico de las materias que ha manejado, sino por su talante y por su ánimo personal de buscar acuerdos, desde luego a mí me deja un buen sabor de boca.

Yo he sido diputado en las Cortes Generales y mi empeño fue ser un puente entre las posiciones de los partidos. Aquí David lo ha sido en muchas ocasiones.

El PP aún no ha hecho públicas sus listas a las Cortes en cada provincia, ¿deberían repetir muchos de ellos?

Eso es un trabajo que no me corresponde. Pero veo que algunos no van a repetir, porque ya están en otras candidaturas. Se dedicarán, entiendo, a sus nuevas obligaciones. Respetaremos la decisión que tome el PP y lo único que les pedimos a todos los diputados y diputadas que vengan aquí, es que vengan a defender Castilla-La Mancha. No a nuestro partido, sino a defender a la región. En otras comunidades se aprecia más que los diputados del PP defienden a sus regiones más que al PP, y aquí lamentablemente son muy gregarios de la posición nacional del partido y de poner por delante los intereses de partido a lo de región.

Están saliendo muchas encuestas, muy variadas. ¿Qué valor le da a las encuestas?

Antiguamente le daba mucho, porque había menos encuestas y porque eran más profesionales. Y ahora, como las encuestas se hacen con el ánimo de influir, de determinar el voto, de condicionar, pues les hago menos caso. 

Pero hay encuestas que nosotros encargamos, que sabemos que están hechas con rigor profesional, y que no publicamos. Son las que hacemos para conocer la realidad. Y tengo que decir que tenemos muy buenas expectativas, creemos que las cosas van bien y, sin ánimo de incurrir en un exceso de confianza, que desde luego le pido a todo el mundo que no lo haga, que nadie se relaje porque no sobra ni un solo voto, pero mi impresión es que el Gobierno de Emiliano García-Page puede consolidarse en la próxima legislatura.

¿Y se ve repitiendo como presidente de las Cortes?

Esa es una pregunta que no debo contestar, porque cuando uno tiene la responsabilidad de tomar decisiones sobre los demás aprende que cuando son los demás los que deben tomarla sobre uno deben tener las manos libres y la libertad para disponer como mejor comprenda que se deben hacer las cosas.

Yo aquí he sido feliz, estoy siendo feliz y creo francamente que nos hemos esforzado mucho. Cada uno tendrá su juicio de valor sobre si lo hemos hechos bien o mal, pero nuestra impresión es que ha merecido la pena nuestro esfuerzo. Vemos el trabajo desarrollado y lo que tenga que ocurrir, ocurrirá.

En todas las encuestas hay una constante, la entrada de Vox en las Cortes, con mayor o menor presencia. ¿Cómo lo valora?

No es algo que desee, francamente. Esto es democracia, eligen los ciudadanos y lo hacen con libertad y, por tanto, será lo que la gente quiera. A mí no me gusta, no simpatizo con esa formación política porque creo que no ha venido a consolidar la democracia sino a deteriorarla; que no ha venido a defender los derechos humanos sino a cuestionarlos; que no ha venido a proyectar una sociedad de libres e iguales sino una sociedad con libertades restringidas y de desigualdad. 

Respeto a las personas que puedan votarles, porque entiendo que puede haber personas buenas que voten a esa formación, pero los valores que tiene Vox no son buenos para la democracia, para la libertad ni para España y, por supuesto, para Castilla-La Mancha.

Le voy a pedir un ejercicio de proyección política, ¿cómo ve la batalla electoral en Guadalajara capital?

Alberto Rojo lleva la delantera. Ha sido un buen alcalde. Tiene una buena gestión que puede defender, que se ha caracterizado por un cambio tranquilo y a mejor. Hoy Guadalajara está mejor en todo: en lo social, en lo cultural, en lo deportivo –ahora la ciudad hace deporte y no solamente ve eventos deportivos--, en lo urbanístico y muy particularmente en lo económico. O Alberto es alcalde o lo es Ana Guarinos con Vox. Creo que al futuro de Guadalajara le viene bien moderación, atraer empresas, estabilidad y, diré una cosa más, espero que la gente cuando vote piense lo que le interesa como ciudadano de Guadalajara. Y que piense que si en algún momento de la vida le va a ir mal, al que va a tener que pedir ayuda es a su alcalde. Para eso hay que ser buena persona y a Alberto, que le conozco de hace muchos años, es una muy buena persona.

¿Esa situación de Guadalajara es extrapolable a Toledo capital?

Sin duda. Milagros Tolón es muy buena alcaldesa. La ciudad va como un tiro. No conozco a Carlos Velázquez como conozco a Ana Guarinos, pero Milagros Tolón merece ganar. Y confiamos en que lo hará.

Hacemos el repaso de capitales completo: Albacete, Ciudad Real y Cuenca.

Voy a hablar bien de los míos, evidentemente. En Albacete, Emilio Sáez en muy poco tiempo, y de una manera difícil de prever, se ha convertido en un alcalde con una personalidad propia que se nota en la ciudad. Albacete y su alcalde están mimetizados en una alegría y un buen rollo que es impresionante.

En Ciudad Real, Pilar Zamora, que ha repartido la Alcaldía con la candidata de Ciudadanos, creo francamente que es una persona queridísima. Es una de esas personas que vas con ella por la calle y todo el mundo la saluda y la para, y los que más necesitan de la política la buscan, para darles soluciones y ayuda. Esos son los alcaldes que queremos tener.

Y Dario Dolz en Cuenca pues, fíjate, ha logrado en dos años ser capital gastronómica de España, inaugurar dos nuevos museos para ser un cañón cultural y museístico y, encima, un proyecto económico de futuro junto con Emiliano García-Page que va a revolucionar Cuenca y la va a devolver importancia capital. Cuenca ahora mismo es un lugar que todo el mundo envidia. Ha conseguido proyectos muy potentes, como Puertollano o Talavera. Creo, francamente, que la región está en un momento de dulce y no se me ocurren razones para que la gente quiera cambiar a sus responsables políticos cuando estamos en un momento tan bueno. La pregunta que se resuelve con unas elecciones municipales o autonómicas es: ¿Cómo me va con quien está? ¿Vamos mejor o vamos peor? Con una crisis del Covid brutal, con la crisis que ha generado Putin con la energía, con la inflación… pues estamos generando más empleo que nunca, los servicios públicos se están reforzando… No digo que no haya problemas, pero hay más sanitarios que nunca, más profesores que nunca, somos la segunda región en ayuda a la dependencia, la que más gasto social hace de toda España en 2021 y 2022… No veo muchas razones para que una mayoría de la población quiera cambiar en un momento de dulce. Pero eso es lo que hay que contestar en estas elecciones.