Javier Ruiz

LA FORTUNA CON SESO

Javier Ruiz


Los amores estafados

25/01/2024

El caso del triple asesinato de Morata con raíces en Torre de Juan Abad ha puesto el caso del amor estafado sobre la mesa. La inocencia de las víctimas ha llevado incluso a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado a emitir una serie de recomendaciones o advertencias en consecuencia. La verdad es que el amor es siempre una ilusión y, como decía Sabina, que no te vendan amor sin espinas. Lo que pasa, claro, es que una cosa es el dolor, el sufrimiento y desamor y otra muy distinta el asesinato. Sucede, en cambio, que vivimos en una sociedad de estafados y estafadores, donde la estampita todavía tiene adeptos y los electores compramos mercancía. Si no, dónde iban a parar todos estos que ahora hablan de la amnistía cuando hace dos días renegaban de ella. En realidad, la vida moderna, contemporánea, es una estafa de ciclópeas dimensiones, porque los afectos se han vuelto de corchopan y madera. Ya no hay nadie que quiera a nadie sin interés y todos buscamos los códigos de barras. Se miente más que en Tinder y así no hay quien pueda. 
Los amores estafados se dan en el extrarradio de las relaciones, cuando estas mueren, boquean, se acaban. Los extrarradios, los límites siempre habían sido muy sugerentes para los heterodoxos, pero ahora eso ya no se lleva y si no, pregunten por Page. Su partido lo quiere callado y el presidente de Castilla-La Mancha no da por buena la estafa de la amnistía y lo dice. Se hace la foto con los presidentes de Murcia, Valencia y Andalucía en Fitur para reclamar más dinero y Óscar Puente le dice que se vaya al PP o se lo insinúa cuando habla del extrarradio. Los socialistas y Junts son el amor estafado por naturaleza, aunque uno diría que incluso estofado, pues la amnistía hierve a fuego lento hasta dejar la Constitución en el esqueleto, el espinazo, el nervio. No habrá más nada que dar que las propias páginas de papel de la Carta Magna, que envolverán el pescado de mañana y las raspas del setenta y ocho. El único amor no estafado es el paternofilial. Ahí estaba la hija de Zamarreño, el concejal asesinado por Eta, hermosísima, con una dignidad intacta y un verbo enhiesto recordando lo que le hicieron a su padre. Los extrarradios han saltado por los aires. 
Los jesuitas eran mucho de buscar los límites y situarse en los extrarradios de la inteligencia, allá donde la filosofía, la ciencia y teología se rozaban levemente. Sin embargo, la estafa ha llegado a tales dimensiones que lo que hoy se da es una democracia piramidal, del tocomocho y la verborrea, donde lo blanco es negro y lo negro azul. Bolaños es estadista, que es tanto como decir que Tamara fuese primera ministra. España es una estafa de colosales proporciones, donde un prófugo gobierna por correspondencia y luego quieren que la gente pague impuestos como si nada. Si hay algo que motiva más que el amor, es el desamor entregado, vívido, insomne. Y así pasa en estos días, donde se atiza el odio para cegarlo todo y el personal no sea consciente de las características de la estafa. Podríamos pedir que nos devolviesen el dinero, pero la taquilla ha cerrado y no hay nadie dentro. Lo malo de los amores estafados es que después del vacío y el desierto te enamoras de lo primero que pasa por la calle. Y entonces, luego, ya nada tiene remedio.