El Atlético Albacete sucumbió en el primer partido en casa de la temporada a manos del Azuqueca en un encuentro irregular del equipo de Jesús Fernández, cuyo retorno a la Tercera División después de su reciente experiencia en Preferente no está resultando por ahora exitoso.

En un campo de hierba natural que para sí quisieran muchas, el Azuqueca se adaptó mejor a las circunstancias. La veteranía es un grado, supo nadar y guardar la ropa, defender bien su parcela y golpear en el momento adecuado, aunque en los primeros compases, el Atlético Albacete llevó la iniciativa moviendo la pelota con velocidad para intentar contrarrestar el repliegue de los rojinegros.

Marcos gozó de la primera oportunidad del partido cuando recogió el balón en el área y encaró al portero, aunque sin la resolución adecuada.

Pasado el primer cuarto de hora, el partido entró en otra dimensión cuando Juanpe derribó a Domenech dentro del área y se señaló el correspondiente penalti que el propio centrocampista transformó en el 0-1.

El gol dejó noqueado al Atlético, mientras el Azuqueca se animó con una presión alta para robar el balón en zonas comprometidas, aunque, paradójicamente, fueron los locales los que equilibraron el marcador en un buen servicio de Marcos a Álvarez, que solo tuvo que empujar la pelota para establecer el empate.

A raíz del gol, el juego se embarulló y menudearon los choques, faltas y fricciones, fase de la que salió mejor el equipo de MarioOtero, que tuvo una oportunidad postrera cuando Molina se adentró en el área y disparó con ganas. Juanpe rechazó con el pie in extremis.

En la reanudación, la novedad reseñable, y aun notable, fue la puesta en funcionamiento del nuevo marcador tras los primeros 45 minutos, extremo que, aun sin desmedido alborozo, agradeció el público asistente a la contienda. El filial ejerció un ligero dominio en el arranque del periodo, lo que dio lugar a una opción de doblete para Álvarez tras una buena jugada trenzada cuyo desenlace fue un remate desviado.

Aun así, el encuentro seguía abierto y flotaba la sensación de que el conjunto azudense podía crear problemas entre líneas y, sobre todo, a balón parado. Las imprecisiones eran la nota constante en una fase sin dueño pese a la porfía de unos y otros.

El partido se encaminaba a un empate lógico, pero en uno de los ataques visitantes, Lucas agarró un disparo de gran potencia que Juanpe solo pudo seguir con la mirada para cerrar el marcador.

El Atlético Albacete, sin orden, con pérdidas continuas y desquiciado por momentos, intentó tomar el mando en los últimos minutos con balones al área y algún chut lejano. Solo una acción de Popi, detenida por Juanpe, fue la única acción destacable de los blancos, mientras el incombustible Pancorbo rondó el 1-3 en un trallazo rechazado por el guardameta local y otra acción rechazada por la defensa.

Así las cosas, el Atlético Albacete cosechó su segunda derrota en otros tantos partidos, en un retorno a categoría nacional que quizá se esperaba más esperanzador.