La difícil decisión de elegir colegio e instituto

MAITE MARTÍNEZ BLANCO
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Educación estima que unos 10.000 escolares, tanto de Primaria como de Secundaria, tienen que solicitar plaza entre hoy y el 7 de marzo

¿Qué colegio elegir? ¿qué instituto será mejor? A esta difícil decisión se enfrentan desde hoy alrededor de 10.000 familias, que son las que la Delegación de Educación estima solicitarán plaza en el proceso de admisión de alumnado abierto desde hoy y hasta el próximo 7 de marzo.

En la mayoría de los municipios de la provincia la elección es sencilla, tan solo hay un colegio o un instituto y, por tanto, no hay alternativa posible. Es en las localidades de mayor población, como Almansa, Villarrobledo, Caudete, Hellín, Tobarra o La Roda, donde el abanico se abre pues existe la posibilidad de elegir entre varios centros educativos. No digamos ya en la capital, donde se concentran 30 colegios y 15 institutos de educación secundaria.

De cara al próximo curso, Educación ha decidido mantener la zona única de escolarización. Vivir cerca del cole sigue sin dar puntos, por tanto las familias albaceteñas podrán elegir libremente colegio para sus hijos, con independencia del barrio en el que vivan. Donde haya más solicitudes que vacantes, tendrán prioridad quienes tengan hermanos en el centro, las familias de menor renta y los que pertenezcan a familias numerosas o sufran una discapacidad.

Si la Consejería de Educación cumple su compromiso, ésta será la última vez en la que se conceda tal libertad de elección. Su intención es volver a zonificar la ciudad y fijar como criterios de acceso la cercanía del domicilio familiar o lugar de trabajo de los padres.

A favor y en contra. Los defensores de la zona única de escolarización alegan que las familias deben tener libertad para elegir donde estudian sus hijos y que esta mayor libertad obliga a los centros educativos a esforzarse y hacer atractiva su oferta para no perder alumnado. Los detractores de este modelo, por contra, opinan que solo ha servido para masificar algunos colegios y aprovechar para eliminar líneas y suprimir plazas de maestros en los centros que han perdido matrícula.

Si miramos el mapa de los colegios educativos de la ciudad nos encontramos con datos más que significativos. De los 11.537 alumnos de Infantil y Primaria que a día de hoy estudian en los 30 colegios de la capital, un 25% se concentran en tan solo cuatro colegios: el Giner de los Ríos, el Ana Soto, el colegio Parque Sur y Cristóbal Valera.

Los dos primeros están desbordados por la presión demográfica de la nueva barriada que se construyó alrededor de Imaginalia, poblada por muchas familias con hijos, sin que en la zona se haya construido ningún centro educativo nuevo. El colegio Parque Sur también está absorbiendo buena parte de la demanda de escolarización de las familias que se fueron a vivir en los nuevos barrios que hay entorno al campus, El Corte Inglés y la Facultad de Medicina, donde desde hace tiempo los vecinos claman por tener un colegio próximo, en su propio barrio.

El Giner de los Ríos y el Ana Sotos, seguido del colegio Benjamín Palencia, fueron los tres colegios más demandados el curso pasado. Los tres son públicos. Les siguieron dos concertados: Escuelas Pías y el colegio María Inmaculada.

La cercanía de la casa al cole es una de las cosas que los padres siguen teniendo en cuenta a la hora de elegir colegio, decisión a la que se enfrenta sobre todo las familias que escolarizan por primera vez a su hijo de tres años.

Que el colegio sea bilingüe o las instalaciones con las que cuente son otras de las cosas que se tienen en cuenta, además del proyecto educativo, el ideario y la jornada, pues aunque en todos los centros públicos es intensiva, los concertados siguen apostando por dar clases en horario de mañana y tarde.

El cole más grande

Ana Soto, el centro que quería menguar

La percepción del proceso de escolarización varía mucho de un centro a otro. En el colegio Ana Soto están encantados con ser uno de los más demandados (el segundo, el año pasado), «nos halaga», admite su director Manuel del Olmo, pero también sufren al no poder atender todas las solicitudes que les llegan. Con 789 alumnos y 32 aulas son el colegio más grande no solo de la ciudad, si no de toda Castilla-La Mancha. Este año ofrecen 92 vacantes para alumnos de tres años, a razón de 23 alumnos por cada una de sus cuatro aulas. La ratio máxima es de 25 niños, dejan dos plazas libres para poder acoger a alumnos con necesidades educativas especiales. El año pasado recibieron 128 solicitudes, casi las mismas que el Giner de los Ríos que fue el colegio más demandado con 136 peticiones.

Los dos coles están sufriendo la presión demográfica de esta nueva zona, «muchas familias que no tienen plaza en el Giner de los Ríos se vienen al colegio Ana Soto y eso está dando lugar a que niños que viven aquí al lado se queden sin plaza en este colegio», explica el director, que se lamenta de la falta de previsión por parte de las administraciones. «Soluciones hay, si los colegios en los barrios del centro, donde la población está envejeciendo, pierden matrícula, quizá habría que construir colegios nuevos en estos barrios y trasladar las plantillas de maestros», opina.

Mientras tanto, el colegio Ana Soto sigue a lo suyo. Presumen de proyecto educativo y de trabajar aspectos como la educación en valores, «los niños deben aprender, pero también formarse como personas», dice su director, que destaca actividades como la celebración del Día de la Paz o su convivencia deportiva. La atención a la diversidad y sus amplias instalaciones son otros de sus puntos fuertes, «hay colegios del centro que tienen patios como cajas de cerillas, nosotros disfrutamos de un polideportivo, un gimnasio y un patio de muchos metros a disposición de nuestros alumnos».

El cole más pequeño

Antonio Machado, el cole integrador

La otra cara de la moneda la encontramos en el cole más pequeño de toda la ciudad. Solo 88 alumnos, repartidos en nueve aulas, hacen del colegio público Antonio Machado, localizado en el barrio de Hermanos Falcó, conocido como las Quinientas, el más pequeño de toda la ciudad. El curso pasado recibió 11 nuevos alumnos. «Somos una familia, aquí nos conocemos todos», dice Luisa Martínez, la directora de este centro educativo que lleva en su adn la palabra integración.

La multiculturalidad y el alto porcentaje de alumnos con discapacidad, en torno a un 8%, han contribuido a ello. «El claustro aquí siempre ha estado muy concienciado», asegura su directora. El colegio está especialmente adaptado para alumnos con discapacidades motoras y eso hace que les lleguen niños de toda la ciudad que buscan esta atención especial, pues además de logopeda, maestro de pedagogía terapéutica y tres auxiliares técnicos educativos, tienen un fisioterapeuta en plantilla.

Con una ratio muy baja, de unos 10 alumnos por aula, muy lejos de esos coles donde se alcanzan los 30 alumnos por unidad, el colegio Antonio Machado presume además de tener unas buenas instalaciones.

«Las aulas son muy grandes, tenemos clases para todo, de música, de inglés, pizarras digitales y un gimnasio y un patio enorme, con dos pistas deportivas y una parte de arena», describe la directora que lamenta que las familias que viven en los nuevos barrios surgidos en torno a la Facultad de Medicina y la Universidad no elijan este colegio, «a mi me gusta que los  niños vayan al cole que esté cerca de su casa, para que luego puedan bajar a la calle y jugar con sus amigos».

El IES más grande

El plurilingüismo de la laboral

Las preocupaciones de las familias son otras muy distintas cuando se trata de buscar instituto. Terminada la Primaria, llega la hora de dar el paso de salir del colegio y buscar instituto. Excepto en los colegios concertados que han apostado por ofertar también la Secundaria en el mismo centro.

«Las enseñanzas bilingües y el control que tenemos sobre los alumnos son dos de las cosas que más preocupan a los padres», explica Francisco Quintanilla, el director del mayor instituto que tiene la ciudad, la Universidad Laboral, un centro que atesora 40 años de historia.

Este instituto es casi como un pequeño pueblo. Su inmenso recinto alberga aulas para sus 1.307 alumnos, de los que 530 son chicos que estudian Secundaria, 363 son alumnos de Bachillerato y otros 414 cursan alguno de los ciclos de formación profesional que aquí se imparten, entre otros destacan su Escuela de Hostelería.

Estos días han organizado sendas jornadas de puertas abiertas para dar a conocer el centro a las familias. El plurilingüismo es su seña de identidad, ofrecen la opción de cursar la Secundaria en español, inglés o francés. «Cada vez hay más familias, de posición media alta, que han tenido a sus hijos estudiando inglés desde los 3 años que al llegar a Secundaria optan porque estudien francés para así terminar los estudios con un tercer idioma», asegura el director de la Laboral, quien subraya que de las 120 plazas vacantes que ofertan ahora, 90 son bilingües.

La amplia oferta de optativas en Bachillerato es otro de los puntos que tratan vender para captar alumnado, «tenemos 14 aulas de Bachillerato y ofrecemos hasta 14 optativas distintas, una oferta que da bastante juego a los alumnos a la hora de definir sus estudios futuros», resalta el director.

Por sus dimensiones, la Universidad Laboral ofrece servicios que no tiene ningún otro instituto, por ejemplo, el de comedor, por cuatro euros cualquier alumno del centro puede comer, o los servicios médicos permanentes, dotados ahora con personal de enfermería. También dispone de la única residencia escolar que ha quedado en Albacete y de unas amplias instalaciones deportivas que están abiertas los 365 días del año.

La Universidad Laboral se nutre sobre todo de los colegios cercanos, alumnos que viven cerca, aunque también hay familias que trabajan en Campollano que optan por escolarizar a sus hijos en este centro que les pilla de paso. Tienen admisión directa, eso sí, los alumnos que proceden de Casas de Juan Núñez, Valdeganga y La Gineta, municipios donde no hay instituto, y también aquellos que estudian en el Conservatorio de Danza por la proximidad del instituto con el centro artístico.

 

El IES más pequeño

Amparo Sanz ofrece atención personal

¿Quién dijo que ser pequeños fuese una desventaja? El Instituto Amparo Sanz, el conocido como IES número 4 de la ciudad, se vende ofreciendo una atención casi personalizada a sus alumnos. Se lo puede permitir, pues con sus 359 estudiantes, (272 de Secundaria y 87 de Bachillerato) y un claustro de unos 40 docentes, es el centro con menos alumnado de la ciudad.

Su ubicación, algo alejado del centro y en un barrio cuya población ha envejecido, juega en su contra a la hora de crecer en matrícula. Una situación adversa «que nos ha obligado a ponernos las pilas y trabajar más por el centro», admite su directora, Carmen Monzón, que en estos días previos a la campaña de escolarización ha estado dando charlas en colegios como el Federico Mayor Zaragoza, el José Serna e incluso en otros algo más alejados como el Reina Sofía, para tratar de captar alumnado. También han tratado de mejorar su proyección al exterior haciendo uso de las redes sociales.

Su directora subraya que el tener pocos alumnos por aula (su ratio en Secundaria es de 26 escolares) les permite ofrecer una atención casi individualizada y recuerda que éste fue un centro pionero en ofrece enseñanzas bilingües. «Empezamos en 2004 enseñando matemáticas en inglés y hemos continuado ofreciendo un programa bilingüe».

El esfuerzo que hace el claustro por participar en todos los programas que se les ofrecen, por ejemplo de animación a la lectura, y recursos como el huerto escolar con el que cuentan, son otras de las cosas de las que presumen. Amén de los resultados que obtienen sus alumnos en la Selectividad, «nuestros alumnos suelen quedar por encima de la media, hace dos años cuatro de nuestros alumnos obtuvieron un premio de excelencia a nivel nacional».

 «Hay que agudizar el ingenio para sobrevivir», recalca la directora, para quien crecer en matrícula es importante, «este es un centro público, y no estamos hablando de dinero, pero que 20 alumnos nos elijan en primera opción supone tener dos profesores más y para nosotros eso es importante».