El salón de actos de la Delegación de Educación y Cultura, Avenida de la Estación, acogió una nueva conferencia del ciclo de Aluex.  Rafael Vargas Lozano, arquitecto de la Gerencia Municipal de Urbanismo, jefe de Sección del Departamento de Actuaciones Urbanizadoras, habló sobre Albacete, de la utopía a la práctica urbanística y comentó a La Tribuna de Albacete algunos aspectos de intervención.

¿Cómo ve usted Albacete, desde el punto de vista del urbanismo?

Es una pregunta muy abierta. Lo veo bien, no podría decir otra cosa. Bien, en general, aunque siempre hay unas zonas o unos sitios con más problemas. No existe un problema urbanístico, como tal.

¿Qué zonas serían urbanísticamente más complicadas?

Lo más complicado urbanísticamente, siempre, son las zonas consolidadas, suelo urbano existente, luego, el urbanizable, no tiene ningún problema, es un bancal y se transforma, de una forma u otra y en un momento u otro.  El problema puede estar en los sitios que tienen habitantes con deterioros, por ser mayores o mejor o peor situados económicamente, esos son los problemas. Es muy fácil criticar las cosas con el tiempo, pero hay que ponerse en los años 40 o 50, cuando se concluyen determinadas zonas, cuando no tenías coche y te parecía fantástico un piso, que ahora te parece pequeño y que no tiene ciertas cosas. Es lo que hay que renovar, no en Albacete,  en todas las ciudades, el problema está en la renovación.  

¿La solución sería rehabilitar o tirar y volver a construir?

Lo mejor es enemigo de lo bueno, como decía un compañero. Lo mejor es rehabilitar, como caso general. En los edificios es relativamente fácil hacer una cosa u otra y uno de los principios básicos de la rehabilitación y regeneración urbana es que todo el mundo permanezca en su barrio, en su zona. Ahora, en algún caso puede ser recomendable demoler una construcción, pero siempre, de base, es mejor rehabilitar.  

¿Algún plan urbanístico le gusta especialmente?

Digamos que como estoy involucrado en el tema, todos son muy parecidos, se basan en unos parámetros prefijados en el Plan General, lo demás es un poco de gusto, que sea de una manera u otra.  

¿Lo fundamental es saber qué ciudad queremos?

Efectivamente, ese es el itinerario bueno, primero hay que  pensar  en las personas, que necesidades o qué gustos tienen y hacer el plan, aunque normalmente se opera al revés. Hay personas muy doctas en su materia, que están en sus despachos y hacen planeamientos generales, estudios y resuelven por nosotros. Luego, en este tiempo ha ido cambiado la situación, porque en 2030, más del 30 por ciento de la población será mayor de 65 años, y se ve la cosa de otra manera. Lo más  lógico es tener los servicios próximos, no puedes depender del coche. La razón de ser de la ciudad es el intercambio de ideas, unirse.  

Como la población actual, ¿la ciudad debe ser más accesible, con servicios próximos?

Naturalmente. Es el objetivo que empiezan  a recalcar todos los estudios y es lógico. Por otra parte, Albacete es una ciudad muy accesible, porque por naturaleza es muy llana, es difícil encontrarse un obstáculo.

¿Es posible el crecimiento o la idea es regenerar?

Albacete ha perdido población en los últimos años, luego ha recuperado un poco. Las gráficas de población no son las de los años 50 y 60. Ahora, si ves la pirámide de edad, te pones a llorar, La ciudad no crece en habitantes, entonces, ¿necesita crecer la ciudad? Hay zonas más densas que puede que hay que intervenir lo antes posible, barrios muy densos, sin espacios públicos, con calles estrechas, eso necesita arreglarse, una reforma interior. Entonces esta bien tener flexibilidad, claro.