Sin novedad en el frente. La vida sigue igual a cómo estaba en julio, excepto que Feijóo es el candidato a la investidura porque el Rey consideró que era la opción más lógica: el líder gallego se presentó en Zarzuela con más votos seguros que Pedro Sánchez y, segundo, había ganado las elecciones. Dicho esto, Feijóo sigue falto de 4 escaños para sortear la investidura. Pero Sánchez no tiene amarradas las de Junts porque cada día que pasa Puigdemont insiste más en sus dos condiciones: amnistía y referéndum.
Aparentemente Sánchez ha cedido en lo primero, lo que dice poco sobre el respeto constitucional del presidente y sobre el respeto a sus propias convicciones: la hemeroteca está plagada de afirmaciones suyas asegurando que una amnistía no es viable porque lo impide la Constitución. Además, la casi totalidad de los expertos fiables, no contaminados por su ideología, dicen lo mismo. Es inconcebible que el futuro de España dependa de un personaje como Puigdemont. Aunque en buena ley habría que decir que es inconcebible que un presidente de gobierno se someta al criterio de quien no acepta la ley ni las decisiones judiciales.
En cuanto al referéndum, los socialistas afines a Sánchez aseguran que ahí no van a ceder. Veremos. Todo lo relacionado con Sánchez y sus acólitos hay que ponerlo siempre en duda, acumulan engaños, promesas incumplidas y argumentos muy bien presentados que no les duran un cuarto de hora.
Feijóo lo tiene difícil, pero lo va a intentar, aunque no sea más que para que no se diga que se rinde ante la primera dificultad. Por otra parte, de cara a su investidura, o a la de Sánchez si fracasa la de Feijóo, o a las segundas elecciones si fracasan los intentos de los dos, es importante saber qué piden exactamente los independentistas y el PNV para votar a favor del candidato. Feijóo lo ha repetido hasta la saciedad: no va a ceder ante ninguna exigencia inconstitucional o antiespañola, así que solo podría ser presidente si el PNV le echa una mano con sus votos o con la abstención.
En el partido vasco hay marea de fondo que se ve desde la superficie. Las declaraciones del ex diputado general de Vizcaya, Pradera, -los diputados generales vascos mandan casi tanto como el lehendakari- han sido muy claras a favor del apoyo a Feijóo. Menciona a Xabier Arzallus, recordando que apoyó a Aznar cuando era presidente del PNV, y se pregunta si Aznar era mejor que Feijóo. Pradera se responde a sí mismo: no. No es el único peneuvista que piensa así. Pero el actual presidente. Andoni Ortúzar, se ha empecinado en el no.
Queda un mes para la investidura. En política, un mes es un tiempo tan amplio que cualquier escenario, incluso el menos probable -una gran coalición PP-PSOE, por ejemplo- puede hacerse posible.
Habrá que cargarse de paciencia… y esperar a ver por dónde sale el sol.