Santi Flores viaja a Madrid con sus monumentales esculturas, que estarán, desde el día 16, en el madrileño barrio de las Letras.
El artista comentó a La Tribuna de Albacete que, «inauguramos el 16 de febrero en el barrio de las Letras que, además de ser precioso, imagínate la historia cultural que tiene, la de hace 400 años, pero también la de hace 10. Ahí han estado los mejores escritores y es un barrio que respira cultura, así que es una satisfacción total, el espacio va a mejorar la obra, totalmente».
A partir de mostrar su obra en Nueva York, en Broadway, dijo, «se han abierto muchas puertas, entonces entré en contacto con la asociación de comerciantes del barrio de las Letras de Madrid y se lo propusimos al Ayuntamiento, así que es una colaboración entre la asociación y mía, que llevamos la propuesta al Ayuntamiento, al área de Economía de Distrito Centro, y les pareció genial y nos ha dado todas las facilidades para que la podamos llevar a cabo».
Son recordó, 13 obras, «pero voy a realizar dos exposiciones al mismo tiempo, una urbana y aquí lo que hago es distribuir las esculturas en un círculo, en el barrio de las Letras y en el centro voy a tener galería y estudio. Se trata de galería Nueva, donde voy a montar también una instalación, Solitud, que la puse en marcha el año pasado en el Museo Municipal de Albacete y para esta galería he hecho una adaptación, por lo que estará la instalación en ese espacio durante los dos meses que vamos a estar en la calle con las grandes esculturas».
Los espacios elegidos para el montaje son plaza de Santa Ana, plaza de Platerías, plaza de las Cortes, en el cruce de las calles Sevilla y Alcalá, junto al hotel Four Seasons, y junto a Serrería Belga, entre las calles Alameda y Almadén. Esas son las ubicaciones y para los espectadores, confirmó Santi Flores, «será como media hora hacer ese recorrido, que puede estar muy bien para los que nos gusta visitar ese tipo de barrios porque, al tiempo que conoces los espacios, te acercas a las esculturas y, además, propongo que acaben ese paseo por el barrio en la galería. Voy a estar viviendo un par de meses en Madrid, durante el tiempo que dura la exposición, y estaré muy presente en ese espacio, la galería, donde presento otro tipo de obra, que explicaré también a los visitantes».
Las esculturas que presenta en esas ubicaciones, indicó, «son como las que hice para la plaza del Altozano de Albacete, en acero inoxidable, de cuatro metros y medio de altura, pero será diferente, porque estarán repartidas por todo el barrio».
Cada una de ellas presenta diferentes colores y grafismos, todas con el mismo gesto, con la mano alzada, con un mensaje positivo, de reafirmación como individuo, pero a la vez, de pertenencia al colectivo.
El artista albacetense, tras su triunfo en Nueva York, reafirma su carrera internacional y tiene importantes proyectos, también próximamente en Nuevo México, donde llevará su obra.
Fue un gran éxito su paso por el Museo de Albacete y la plaza del Altozano, donde vecinos y visitantes pudieron disfrutar de sus esculturas que ahora viajan a Madrid, donde permanecerán hasta abril.