Ayer, en la plaza de Albacete pudimos ver momentos que es posible que muchos aficionados desconozcan, con tres brindis sentidos, unos por agradecimiento, como es el caso de Juan Leal, el matador de toros francés, que se encontraba en nuestra ciudad, ya que hoy hará el paseíllo en nuestra feria, pero que tiene una historia que no es habitual. El joven diestro galo organiza en su tierra un certamen taurino llamado La Fragua en el que se dan cita novilleros sin picadores, sirviendo de trampolín a los triunfadores, novilleros que no tienen nada y que gracias a ese certamen que suele ser en febrero, se dan a conocer y les sirve para poder meter la cabeza en novilladas francesas, un país donde en el mundo del toro funciona la 'meritocracia', por encima de los padrinos.

Este fue el caso del brindis de su primer novillo al francés Lalo de María y del cuarto de la tarde a cargo de Cristian Pérez, imaginamos que como agradecimiento personal, pues si no han llegado a participar en La Fragua, habrán estado muy cerca y es para destacar que Leal gaste su tiempo y dinero en promocionar la fiesta.

El otro brindis tuvo como protagonista al novillero albacetense Sergio Felipe, a quien Peñaranda brindó el segundo de su lote. Felipe ha tenido que cortar la temporada por una lesión en el hombro que se produjo el pasado 20 de agosto en Herencia, que le obligará a pasar por el quirófano. Su compañero y amigo quiso dedicarle su actuación en un acto de solidaridad. Así se hace.