Maestranza Aérea revisa unos 30 aviones apagafuegos al año

Josechu Guillamón
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Cerca de 50 efectivos se dedican plenamente a reparar y mantener los aparatos contra incendios, aunque unas 150 personas lo hacen de manera indirecta

Imagen de un avión apagafuegos en la Base Aérea de Los Llanos. - Foto: Rubén Serrallé

Aunque son muchos los aparatos de cuyo mantenimiento se encarga la Maestranza Aérea de Albacete (Maesal), unos de los que más trabajo necesitan son los apagafuegos CL215T (UD.13) y CL415 (UD.14), entre otras cosas porque todos los aparatos del Ejército del Aire y del Espacio de estas características, pertenecientes al Grupo 43, se revisan en la Base Aérea de Los Llanos.

Sin embargo, se trata de unos aparatos muy importantes para España y más con las altas temperaturas que cada vez más habituales, puesto que son vitales para combatir los incendios.

Aunque depende de las horas de vuelo realizadas y de las averías que se produzcan, anualmente los profesionales de Maestranza revisan unos 30 apagafuegos al año. En concreto, en el año 2022 se entregaron 33 aeronaves contraincendios después de realizarles algún tipo de mantenimiento, actuaciones que oscilaron entre revisiones mayores y la reparación de averías de tercer escalón.

En la actualidad el Ejército del Aire y el Espacio opera con 14 aviones apagafuegos del Miterd  (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico) de los cuales 10 son del modelo CL-215T y cuatro del CL-415, lo que implica que en un año muchos de los aparatos han sido revisados en varias ocasiones.

Exteriormente en lo único en que se diferencian el CL-215T y el CL-415 es en que el 415 tiene cuatro compuertas para la descarga de agua, en vez de las dos del CL-215T. Interiormente la diferencia más destacable es que la cabina del CL-415 está equipada con una instrumentación digital en vez de la analógica del 215T. En lo operativo, el 415 puede cargar una tonelada más de agua que el 215T, que carga cinco toneladas.

Por otra parte, hay que destacar que el CL215T (UD.13) lleva una tripulación compuesta por dos pilotos y un mecánico de vuelo encargado del control de los parámetros de motor entre otras cosas. El avión puede llevar además hasta 18 pasajeros y unos 5.500 litros de agua. La longitud del aparato es de 19,8 metros y su envergadura de 28,6 metros.

Estas aeronaves se caracterizan por un particular diseño que las hacen idóneas para el fin que han sido construidas. La parte inferior del fuselaje se asemeja a una quilla de barco, lo que le permite amerizar con facilidad.

La velocidad de crucero es de 157 nudos (291 kilómetros por hora), y la de pérdida de 66 nudos (123 kilómetros por hora), lo que permite realizar maniobras muy cerca del terreno a la vez que se desplazan desde la zona de incendio a la de recogida de agua con celeridad.

Ambos aparatos disponen de tomas inferiores de agua de un tamaño aproximado de unos 150 centímetros cuadrados que les permiten recoger el agua del mar o presas suficientemente grandes sin parar, llenando los depósitos en un tiempo de entre 15 y 30 segundos, lo que le posibilita tomar agua y regresar a la zona del incendio en un breve espacio de tiempo.

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