El Huracán de Balazote llegó a su estreno liguero como local después de caer por la mínima en la primera jornada en el derbi ante el Villarrobledo dejando muy buenas sensaciones a pesar del resultado, y ese buen nivel tuvo continuidad contra el Villarrubia. El equipo de Augusto Teruel, con el empuje de su afición, consiguió remontar en la primera parte el tanto inicial de Álex Díez gracias a los goles de Perona y Rangel. Sin embargo, en el último minuto y con el tiempo cumplido, Jony Ortiz igualó el encuentro con un golazo de falta silenciando al Municipal.

El cuadro balazoteño empezó con demasiados nervios el encuentro y, a las primeras de cambio, se encontró con el marcador en contra. Álex Díez, a la salida de un córner, adelantó a los visitantes a los cinco minutos con un potente testarazo. Tras el gol encajado, el Huracán intentó dar un paso adelante, pero cada llegada del Villarrubia llevaba peligro. El equipo visitante fue más intenso y se acercó al segundo zarpazo. Sin embargo, con el paso de los minutos, las fuerzas se igualaron. El duelo creció en intensidad, todo se volvió más brusco, con muchos parones y el juego decayó. En esa pequeña guerra creció el conjunto de Augusto Teruel, y a cinco minutos del final del primer tiempo, el central Perona, también en un córner, se anticipó a la defensa rival y puso el empate en el marcador. El Huracán no se frenó con el empate y se aprovechó del subidón del gol para apretar y encerrar en su área al Villarrubia hasta encontrar el premio al borde del intermedio. Rangel aprovechó un centro lateral y batió a Diarra para llevar a su equipo al vestuario con las mejores sensaciones posibles después de un inicio complicado.

En la segunda parte la figura protagonista fue el portero del Villarrubia. Samu Diarra tuvo que hacer acto de presencia en varias ocasiones para evitar la sentencia por parte del Huracán. Miguel Aroca, entrenador visitante, visiblemente enfadado con los suyos, realizó hasta cuatro cambios en los primeros minutos del segundo periodo, pero no cambió mucho el escenario. El cuadro albaceteño tenía controlado el partido. 

Tan solo en el último cuarto de hora el conjunto visitante apretó y Juanma tuvo que sacar su mejor versión para mantener la renta. Con todo visto para sentencia y la afición local pidiendo la hora, una falta destrozó las ilusiones de conseguir el primer triunfo. Jony Ortiz asumió la responsabilidad y alojó su misil en la escuadra para dejar con la miel en los labios al bregador Huracán.