La UCE atendió a más de 2.500 personas el año pasado

Emma Real Jiménez
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Más de un millar de los expedientes que tramitó la Unión de Consumidores de la capital acabaron en reclamaciones

Un hombre pone al día su libreta en un cajero de una entidad bancaria. - Foto: R. Serrallé

Entre tanto día específico de celebración, el calendario tiene marcado en rojo el 15 de marzo para que las personas consumidoras sean las protagonistas. Si bien son las administraciones las que tienen la competencia en materia de Consumo, las organizaciones de consumidores desempeñan un papel innegable en su defensa.

En Albacete, la UCE lleva décadas como referente en este ámbito y, a tenor de los datos del pasado año, su papel está más que consolidado. Durante el 2023, desde la Unión de Consumidores «atendimos a más de 2.500 personas» y, de ellas, «casi un millar de expedientes terminaron en reclamaciones».

Lo detalla Nieves Roncero, presidenta de la UCE, que indica que desde esta organización «presentamos 16 demandas judiciales», todas ellas individuales, ninguna de carácter colectivo, «y principalmente centradas en el sector bancario».

Los gastos hipotecarios, la suplantación de identidad (phishing) con fines engañosos para hacer que la persona comparta contraseñas y  números de tarjeta de crédito, o que entidades bancarias mantengan la contratación de algunos servicios financieros vinculados a la firma de hipotecas concentraron la mayor parte de esos expedientes que acabaron en vía judicial. 

Los reyes de las quejas. El podio de las tramitaciones desde la organización de esta organización de consumidores y usuarios se mantiene, pero las posiciones varían. «Hemos constatado que en estos últimos años, y sobre todo el año pasado, el aumento de reclamaciones y de demandas de información por parte de las personas que han acudido a nosotros se ha dirigido sobre todo al sector de la banca. Lo acredita Roncero, que comenta que, de hecho, llevaron a este sector al primer lugar de la preocupación ciudadana. No solo fue el centro de casi la totalidad de las demandas judiciales, sino que lideró la preocupación de las personas consumidoras, a tenor de los expedientes tramitados. 

Aún así, le sigue «muy de cerca» el sector de los suministros, luz, gas y, en menor medida, agua». Los altos precios, las sorpresas en los recibos, las modificaciones tarifarias y la dificultad para entender cómo se hacen las lecturas fueron algunas de las motivaciones que llevaron a muchas personas de Albacete a acudir a esta asociación.

«Entre ambos sectores -puso de manifiesto Nieves Roncero- concentraron un 60% de las reclamaciones», seis de cada 10 quejas tramitadas por esta organización para dos de los sectores con más peso en la economía albacetense. El tercero en el estrado es otro clásico de las quejas en materia de consumo: las telecomunicaciones, aunque «es cierto que hemos notado una bajada considerable en los expedientes en los últimos años».

recuperar apoyo. La actividad de la Unión de Consumidores prácticamente recuerda ya la pandemia. El número de personas atendidas y de expedientes tramitados ha alcanzado cifras pre-covid. No sucede lo mismo, sin embargo, con el respaldo institucional.

«Las asociaciones de Consumo necesitamos apoyo -plantea la presidenta de la UCE-, la Junta y el Ayuntamiento de Albacete suspendieron las ayudas en los años más complicados de la pandemia, algo que entendimos perfectamente porque ese dinero se requería para atender necesidades que surgieron», pero ahora, con la situación prácticamente normalizada, «la Junta ha restablecido esas ayudas, pero el Ayuntamiento no».

Nieves Roncero apunta, a este respecto, que «las organizaciones de Consumo somos necesarias, complementamos la labor de la Administración» porque «sus servicios funcionan muy bien, tramitan muchos expedientes y hacen una gran labor en mediación, pero no pueden pasar de ahí, y nos derivan a gente para avanzar en el ámbito judicial».