«Hay que procurar que el ensayo literario sea íntegro»

Antonio Díaz
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El Casino Primitivo acoge hoy jueves, a las 19,30 horas, la presentación de dos nuevos libros del abogado y escritor Ramón Bello Serrano, La vida en torno y Libro de Crónicas

Ramón Bello Serrano, abogado y escritor. - Foto: Rubén Serrallé

El Casino Primitivo acoge hoy jueves, a las 19,30 horas, la presentación de dos nuevos libros del abogado y escritor Ramón Bello Serrano, La vida en torno y Libro de Crónicas. El autor, que estará acompañado en la presentación por Amparo Cuenca y María Vivancos,  comentó a La Tribuna de Albacete las singularidades de las obras. 

¿Por qué presentar dos libros a la vez?

Por una razón, son una recopilación de ensayos literarios. El primero de ellos La vida en torno, están hechos en pandemia y, por lo tanto tienen una personalidad muy precisa que creo, no se van a dar ya en ningún momento; tienen ese deje que afecta a la capacidad literaria. Gracias a Dios, los periódicos salieron en tiempos de pandemia. El segundo, se llama Libro de Crónicas porque son ensayos fuera de pandemia y, por lo tanto, adquieren una personalidad propia, de porvenir, de futuro, con cierto optimismo. Por eso los hice separados. En plena pandemia presente la novela La acción de regreso, con lo cual tenía una colección bastante grande de estos ensayos. 

¿Todos publicados?

Sí, todos los ensayos están publicados. Para mí, cada columna del periódico, de La Tribuna de Albacete, es un ensayo literario. Como recordaba hace bien poco el crítico irlandés Brian Dillon, siguiendo a Virginia Wolf, un ensayo debe hechizarnos con su primera palabra y despertarnos, renovados, con la última. En el intervalo, correr las cortinas sobre el mundo. Hay que procurar que el ensayo literario sea íntegro, sin costuras y de buena factura. En caso contrario, se malogran y no gustan. Para mí es un reto personal cada artículo del periódico, porque pasé de hacer política o comentar la realidad a hacer el ensayo puramente literario. Ambos abarcan tres años y La vida en torno es muy especial, se llama así porque mi padre empezó a escribir en La Voz de Albacete con ese mismo título y es un homenaje a  la figura de mi padre. El Libro de Crónicas es de mayor madurez, en cierta medida optimista, después de lo mal que lo pasamos. 

¿Cómo son los artículos de La vida en torno?

Comienzan en 2020, con la pandemia. Mis dos guías, en todos los artículos, son el lenguaje, que para mí es algo extraordinario, y también el verbo bíblico, lo que Steiner llamó gramáticas de la creación, y compartir con los amigos, con los buenos lectores la literatura. Tengo la fortuna de tener muchos y muy buenos amigos y desde hace ya 49 años escribo en los periódicos. Claro, he tenido la suerte de pasar por varias etapas, una, como todo el mundo, en la que  quería sobresalir; otra, de madurez; y la tercera, en la que desterré el artículo político, para intentar hacer algo interesante, que me pudiera colmar a mí, a mis amigos y lectores. A mí me ha hecho escritor La Tribuna de Albacete, esa es la realidad, porque me obligaba a escribir, durante años a diario. Eso es lo que me dio la experiencia y la facilidad. 

En todo caso, ediciones de ambas obras muy cuidadas.

Sí, son ediciones pequeñas, que están en toda España, con sus requisitos formales, pero son ediciones cortas que yo generalmente comparto con mis amigos, en Albacete, en librería. También se pueden adquirir por Amazon y otras plataformas. Hoy con internet, cualquier artículo, cualquier reportaje, se puede leer en todo el mundo y en tiempo real, eso te da una perspectiva diferente. 

¿Pesimistas  en La vida en torno?

No más pesimistas, aunque estábamos en pandemia, pero sí más intimistas. Uno se vuelca en aquello que le da más fuerza moral y anímica, Cervantes Shakespeare y el Antiguo y Nuevo Testamento que, para un escritor, sea o no creyente, le da una dimensión literaria y vital extraordinaria. Los escritores grandes, y yo no digo que lo sea, siempre han tenido un respeto muy grande  a las Escrituras, nutren mucho al escritor. 

¿Cuántos artículos en esta obra?

Son 200 artículos. Los hay dedicados a mi hija, a mi mujer, a mi círculo más íntimo, a mis amigos, y luego, dedicados a escritores, a Cervantes, Shakespeare, Dante, las Escrituras, o los escritores rusos, que redimen el alma humana precisamente, a través de la religión. 

¿Alguna singularidad?

Sí, porque recogen también dos años de trabajo en el taller que llevé a cabo con Aluex, que fue algo muy gratificante. Todos éramos compañeros y aprendimos todos de todos. Por medio del columnismo literario estudiamos a algunos autores. Podríamos conocer la historia de España a través de la literatura de los escritores de periódicos, porque la mejor literatura se ha hecho en los periódicos.  

Por su parte, el Libro de Crónicas, ¿es muy distinto?

Es algo diferente, algo más optimista, más abierto y gozoso. Me gusta la palabra gozoso porque yo soy gozosamente provinciano. Creo que se puede hacer buena literatura desde cualquier espacio, desde tu casa. Nunca tuve la tentación de irme de Albacete para buscar nuevos mundos. Tenía muy claro que, desde mi periódico, desde nuestro periódico, desde nuestro mundo, podíamos hacer cualquier cosa. 

¿El punto en común de ambas obras?

Vuelvo a insistir, La Tribuna de Albacete, que es quien me hace escritor, como ese corredor de fondo, que en mi caso tiene la obligación de escribir. Ese fondo me ha permitido luego hacer otras cosas, pero valoro mucho el artículo literario, reunirlos y hacer unos su obra propia, aunque sea modesta. Yo tengo la fortuna de poder proyectarlo en mi periódico, con independencia de mi profesión de abogado, que está muy bien, pero yo me siento escritor, por encima de todo.  

¿Cuántos libros tiene de artículos periodísticos?

Calculo, aunque creo que ya me he quedado corto, que he escrito 6.000, 7.000 artículos en La Tribuna de Albacete, fundamentalmente porque durante siete años escribí a diario; hoy escribo uno a la semana. Posiblemente tendré ya unos 10 o 12 libros de artículos periodísticos.