«Si no hubiese asociaciones los peregrinos serían otros"

A.G.
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La Asociación de Amigos de los Caminos de Santiago del Sureste-Caudete cerró recientemente los actos conmemorativos por el décimo aniversario de su Albergue de Peregrinos Santa Ana, que lleva el mismo nombre de la ermita a la que está anexo

El presidente de la Asociación de Amigos de los Caminos de Santiago del Sureste-Caudete, Joaquín Requena. - Foto: Asociación de Amigos de los Caminos de Santiago

Joaquín Requena Requena, presidente de ese colectivo caudetano, explica cómo la historia de ese inmueble y cómo es el funcionamiento cotidiano de una agrupación de voluntarios que busca facilitar la peregrinación de quienes deciden emprender unas rutas jacobeas, cada vez más utilizadas, que parten de regiones del este de la Península Ibérica y atraviesan la provincia de Albacete. Caudete es punto de cruce de dos de ellas, la de la Lana y del Sureste-Levante, que se inician en Alicante y después continúan hacia Almansa y Montealegre del Castillo, respectivamente.

Comencemos por lo más próximo, ¿qué actividades realizaron por el décimo aniversario del albergue y qué balance hacen de ellas?

Con motivo de esos 10 años del albergue, que se cumplieron el 28 de julio, se han programado diferentes actos a lo largo del año.

A comienzos de año se instaló una pancarta en el albergue, aludiendo a esos 10 años mostrando hospitalidad. Después, en mayo hicimos unas jornadas dedicadas a recordar esa década y también por los 10 años de la asociación, que cumplimos en 2020 y no pudimos celebrar el Covid, en la que impartimos conferencias tanto el hospitalero, Miguel Corazón, como yo, haciendo un balance del recorrido de la asociación, de las actividades desarrolladas y de los peregrinos que han  pasado por el albergue, que son ya más de 1.000.

También se realizó una etapa del Camino, denominada Caudete, cruce de caminos, aprovechando que Caudete es inicio de las rutas jacobeas en Castilla-La Mancha con el Camino del Sureste y el de la Lana.

Las actividades prosiguieron en septiembre, octubre y noviembre, con tres presentaciones literarias, de El gran caminante, de Antxon González; Senda de estrellas, tres catedrales en el camino, de Octavio José Lorente; y Sucedió en el camino, de José Francés.

El balance del año es muy esperanzador, ya que teníamos unas registros de peregrinos muy altos antes del Covid, de más de 200 albergados al año, y teníamos mucha expectación de ver cómo iba a evolucionar tras la pandemia. Las cifras están siendo muy buenas, mejor de los que nos esperábamos, con 107 que han pernoctado en lo que va de 2022, aparte de la multitud de peregrinos que vienen a recoger su credencial, de Caudete y comarca.

Y regresando ahora 10 años atrás, ¿cómo fue el proceso para poner en marcha el albergue de Santa Ana?

La asociación se fundó en  verano de 2010 como un proyecto de jóvenes entusiastas, que habíamos peregrinado a Compostela en varias ocasiones y queríamos crear un grupo en Caudete para ayudar a futuros peregrinos, resolviendo sus dudas y proporcionándoles la credencial.

Tras ponernos en contacto con otras asociaciones jacobeas cercanas, como la de Novelda que es pionera en la recuperación de estos caminos, vimos que era factible que pasaran por nuestras tierras. En 2011 empezamos a barajar diferentes posibilidades para crear un albergue en Caudete y se vio como posible la opción de llegar a un acuerdo con el Obispado de Albacete y la Asociación de Santa Ana para adecuar la antigua casa del santero de la ermita. Se alcanzó esa entendimiento y así sigue hasta nuestras fechas, con un convenio que se va renovando cada cinco años.

La vivienda fue remodelada y reestructurada de manera altruista por voluntarios de la asociación. Nos costó mucho, porque hubo mucho que sacar y también muchos elementos que cambiar, pero conseguimos habilitar un albergue de 10 plazas que, como destacan los peregrinos, tiene todos los servicios, como cocina, menaje, agua caliente o calefacción, todo lo que un peregrino puede precisar.

Además, con motivo del parón por la pandemia y ya que pertenecemos al Xacobeo de la Junta de Galicia, aprovechamos la oportunidad para solicitar una subvención a la Asociación Americana del Camino de Santiago, que utilizamos para reparar las humedades del inmueble en que se sitúa el albergue. También, con fondos propios y una pequeña aportación de la Asociación de Santa Ana, arreglamos toda la fachada de la ermita y el albergue. 

 

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