La séptima suspensión del siglo

Pedro J. García
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El día 17, último del abono, es el único que aparece en tres ocasiones, los años 2002 y 2005 y 2023, mientras que en una ocasión figuran el día 9, en el año 2018, el día 14, en 2006, el día 15, en 2009, y el día 12, en 2019

Ureña, Manzanares y 'El Juli', en la anterior suspensión, en 2019 - Foto: J.M. Esparcia

El viento, al margen del toro, es el peor enemigo para los toreros, pero también tienen otro en la lluvia, que es la que motiva suspensiones de festejos y, por tanto, impide a los diestros contabilizar un festejo más, como le sucedió ayer a Manuel Escribano y a los albacetenses Rubén Pinar y Sergio Serrano. La Feria Taurina de Albacete siempre cuenta con esta amenaza por las fechas en las que se celebra, del 8 al 17 de septiembre, ya que es una época propicia para que se produzcan las popularmente conocidas como gotas frías, desde hace unos años denominada DANA (depresión aislada en niveles altos), muy habituales en el sureste español.

Estos episodios de meteorología adversa provocaron en el presente siglo, desde el año 2000 hasta ayer, siete suspensiones de festejos taurinos por lluvia, siendo el día 17 el único que aparece en tres ocasiones, los años 2002 y 2005 y 2023, mientras que en una ocasión aparecen el día 9 (año 2018), el día 14 (en 2006), el día 15 (en 2009) y el día 12, (en 2019). Por toreros, Enrique Ponce y José María Manzanares son los únicos que se vieron afectados dos veces. Por orden cronológico, la primera suspensión de una corrida de toros en este siglo fue el 17 de septiembre de 2002, día en el que estaban anunciados los diestros Rivera Ordóñez, José Tomás y Abraham Barragán, con toros de Núñez del Cuvillo. Pasaron cuatro años hasta la siguiente suspensión, que se produjo el 14 de septiembre de 2006, con un cartel integrado por Enrique Ponce, El Cid y Serafín Marín, con toros de Puerto de San Lorenzo. Tras varios días con amenaza de agua, la tarde taurina comenzó con una lluvia fina que se convirtió en aguacero con el cuarto toro de la tarde en el ruedo. Enrique Ponce realizó una gran faena bajo la lluvia, junto a toriles, pero su esfuerzo lo malogró con los aceros y tras el arrastre de ese astado se suspendió el festejo. No todo fueron malas noticias, porque al día siguiente, el día 15, es cuando, varias décadas después, se volvió a indultar un toro en el coso albacetense. Fue Antonio Ferrera el que salvó la vida de Gastasuelas, de la ganadería de Marqués de Domecq.

El año 2009 fue el peor de este siglo, ya que se contabilizaron dos suspensiones en el tramo final del abono. El primero se produjo el día 15, en la corrida de rejones, tras el quinto toro, en una tarde en la que actuaron Fermín Bohórquez, Hermoso de Mendoza y Leonardo Hernández, con toros de Luis Terrón. La segunda suspensión llegó dos días después, tras el arrastre del tercer toro, en un festejo en el que estaban anunciados Enrique Ponce, José María Manzanares y Miguel Ángel Perera, con toros de Juan Pedro Domecq.

Los siguientes años, con días que también tuvieron episodios de lluvia, se pudieron celebrar los festejos, hasta que en 2018 llegó la quinta suspensión de un festejo. En esta ocasión, fue en los primeros días del abono, en concreto, el día 9, en una corrida de rejones en la que actuaron Andy Cartagena, Diego Ventura y Juan Manuel Munera, con toros de Ángel Sánchez, ya que el festejo se suspendió tras el arrastre del cuarto toro.

La penúltima suspensión de una corrida de toros llegó el día 12 de septiembre de 2019, la sexta de abono y uno de los festejos estrellas del abono, con un cartel compuesto por El Juli, en la que hubiera sido su segunda tarde en el presente abono, José María Manzanares, en su única actuación, y Paco Ureña, para cumplir el primero de sus dos compromisos feriales. El ganado anunciado pertenecía a los hierros de Garcigrande y Domingo Hernández.

La última suspensión llegó ayer, en el última día de Feria, con un cartel integrado por Manuel Escribano, Rubén Pinar y Sergio Serrano, con toros de Victorino Martín.

Las anécdotas. La Feria Taurina del año 2005 también tuvo una tarde en la que estuvo a punto de suspenderse un festejo. Fue la del día 17 de septiembre, una jornada lluviosa en la capital hasta unas horas antes del festejo, lo que, pese a las precauciones tomadas sobre el ruedo de la capital, no evitó que se encharcasen y embarrasen varias zonas. La empresa, con el recientemente fallecido José Antonio Martínez Uranga al frente, intentó salvar el festejo y contrató un helicóptero que, antes del festejo, descendió sobre el ruedo y con el movimiento de las aspas secó y dejó el ruedo practicable para que se pudiese celebrar la décima y última de abono de esa edición, por lo que Francisco Rivera Ordóñez -al que más de uno tildó de gafe por estar también el cartel de la suspensión de 2002-, El Fandi y el local Sergio Martínez pudieron hacer el paseíllo y medirse a los toros de Montalvo. La pregunta es si mereció la pena el esfuerzo y la respuesta es afirmativa, porque los aficionados disfrutaron del ciclo taurino completo y, en lo artístico, El Fandi cortó la única oreja, aunque se presenció una buena actuación de Sergio Martínez que 'pinchó' con la espada y no sólo le privó de pasear algún apéndice, sino también de proclamarse el triunfador de esa edición de la Feria Taurina.

Desde ese año 2005 ya ha llovido y, como pudieron comprobar ayer, llueve.