El piromusical es uno de los espectáculos más singulares. Supone al broche de oro para una Feria internacional, con un programa en el que se hermanan música y fuegos de artificio, en lo que ya es una tradición en la ciudad. También fue relevante la asistencia de público, pese a lo inestable de la noche, en la zona del Templete del Paseo de la Cuba, para disfrutar del concierto a cargo de la Banda Sinfónica Municipal de Albacete, dirigida por Miguel Vidagany Gil, en el que seguramente será su último piromusical al frente de la agrupación, al menos en esta etapa, a lo que se sumó Pirotecnia Sánchez, encargada de los fuegos.
Un espectáculo fin de Feria para el que la Pirotecnia Sánchez utilizó 98,71 kilogramos de materia reglamentada, con una cantidad de peso bruto de 364,24 kilogramos, así como miles de vatios de sonido y una iluminación espectacular para terminar de dar forma al concierto que, como es «marca de la casa», la Banda Sinfónica Municipal de Albacete, conducida por Miguel Vidagany, bordó.
La cita muy esperada, como explicó el propio director, Miguel Vidagany, «sigue la misma tónica de siempre, con un programa muy variado, con obras muy diferentes unas de otras, para que ese colorido musical se una con la luz y el sonido de los fuegos artificiales y, como nos llevamos muy bien entre la Pirotecnia Sánchez y nosotros, el espectáculo es muy bonito, con obras originales para banda y otras con con carácter español, aunque desde el punto de vista de compositores extranjeros y música puramente española, como es el Preludio de El Bateo, de Federico Chueca o la Obertura Latina Paconchita, de Óscar Navarro, para poner punto final», que gusta mucho al público, una obra llena de ritmo y energía.
Así, el concierto se inició con la Obertura de Celebration Fanfare, de Steven Reineke, una música que también festeja de esta forma que la Feria ha ido muy bien, para seguir con Fandango asturiano, del Capricho español de Rimsky-Korsakov. Después, Farandole, de L' Arlesienne, de Georges Bizet. Siguió España, Suite de valses, de Chabrier-Waldteufel.
Al tema principal de Zorba El Griego, Sirtaki, de Mikis Theodorakis, siguió el Preludio de El Bateo, de Federico Chueca, para incluir Overture to a New Age, de Jan de Haan y terminar el concierto con Paconchita, Obertura Latina, de Óscar Navarro, todo en sintonía con los fuegos de artificio, luz y sonido, que enmarcaron este brillante concierto ya tradicional.
Virtuosos de la música y la pólvora hacen que este concierto sea uno de los más singulares y seguidos por la ciudadanía, durante toda la tarde pendiente de la lluvia.
balance. Miguel Vidagany hacía balance de estos días de actividad para la Banda Sinfónica Municipal de Albacete, cargados de citas y buena música, «que comenzaron a principios de mes con la presentación de los Manchegos, en la que participamos y fue un acto muy bonito y entrañable. Como siempre, estuvimos en el Pregón, con diferentes coros de la ciudad que cantaron el Himno a Albacete, y luego hemos hechos sesiones de pasacalles por la ciudad, visitando instituciones públicas y privadas, como vuestro periódico, en unas visitas que son muy entrañables y disfrutamos mucho. También hemos hecho tres sesiones de Fiesta del pasodoble, en el Recinto Ferial, con una gran acogida, incluso muchas parejas se han lanzado a bailar, porque son actuaciones que gustan mucho. Luego, podemos destacar el gran éxito que tuvo nuestro concierto con Francisco, en el Festival Nacional de Bandas de Música, con lleno en el Auditorio Municipal, igual que ocurrió el año pasado con Sefarín Zubiri y, en esta ocasión también ha sido un éxito rotundo, para finalizar con otro acto entrañable, el traslado de la Virgen de Los Llanos al Ayuntamiento, así como el piromusical».