La reciente celebración de la Semana Santa supuso la confirmación de que el sector turístico albacetense ya funciona con cifras iguales o mejores que las previas a la pandemia. Dentro de esa línea de recuperación, se aprecian dos tendencias: un alza moderada en la capital y la superación de todos los récords en el ámbito rural.

Esas conclusiones se extraían ya de las diferentes publicaciones estadísticas sobre el sector y también del balance que realiza la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Albacete (Apeht). 

Su gerente, Begoña Garijo, detalló a La Tribuna que los resultados de los días festivos fueron satisfactorios por lo general, remarcado que «los alojamientos turísticos estuvieron al 100% de ocupación durante toda la semana en Hellín y Tobarra, las zonas con más tradición de Semana Santa, mientras que ese lleno también se estuvo rozando desde el jueves hasta el lunes, al ser este último fiesta en varias comunidades, en las comarcas con más negocios de turismo rural, como La Manchuela y las sierras de Alcaraz y#Segura».

Mientras, en la capital «la ocupación hotelera estuvo entre el 70 y el 80 por ciento en esos días», lo que supone una cifra positiva con respecto a las mismas celebraciones de años anteriores y tener ocupadas unas 1.500 plazas en esas cuatro noches de un total de algo más de 2.200 disponibles. En cualquier caso, a nivel de calle, la presencia de visitantes «fue muy similar a la de 2021», contabilizándose en la Oficina de Turismo «1.253 visitas, prácticamente las mismas que un año antes».

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