Elena Serrallé

Elena Serrallé


Jugar a ser guionista

05/10/2022

Os confienso que una de mis aficiones más divertidas y enriquecedoras consiste en sentarme en una terraza, o cafetería, o en un banco de cualquier parque y observar a la gente. Solamente acompañada por mi soledad y mi silencio. Y veo desfilar delante de mis ojos historias dispares que mi mente no para de confeccionar. E invento lo que esas personas van pensando o conversando en el caso de ir acompañadas. Imagino sus vidas, analizo sus gestos, escudriño sus sonrisas, algunas ausentes, demasiado ausentes, otras divertidas, las hay preocupadas y también ilusionadas. Recreo el lugar del que han salido y dibujo al que se dirigen, una cita amorosa, una entrevista de trabajo, un hospital, un supermercado, un viaje en tren.
Me fijo en su forma de caminar e intuyo si realmente quieren seguir sus pasos o desean deshacer el camino andando y huir, huir lejos.
Qué seres más magnéticos somos las personas, qué enigmáticos, qué filón de emociones, de sentimientos, de ideas, de historias, de secretos inconfesables, de deseos frustrados, de ilusiones que se columpian, de metas a corto, medio y eterno plazo.
Y me siento como la guionista de sus vidas, asignándoles un perfil, una personalidad, un final, a veces inesperado, a veces trágico, a veces feliz, depende de lo bueno que me esté el café que me estoy tomando.
En alguna ocasión despierto de ese estado de análisis y de concentración y me sorprendo descubriendo una mirada que, casualmente, estará jugando al mismo juego que yo y me pregunto qué le habré inspirado a esa mente tan curiosa como la mía.

ARCHIVADO EN: Entrevista de trabajo