El ferrocarril trajo el fútbol a Albacete en 1894

Juan Carrizo
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Ángel Galdón publica 'Ottoleaks', una «historia cómica» sobre la llegada del deporte rey a la ciudad, salida de los papeles de su tatarabuelo Otto

Ángel Galdón Rodríguez con su obra, 'Ottoleaks 1894'. - Foto: José Miguel Esparcia

Ángel Galdón Rodríguez ha escrito y publicado Ottoleaks 1894, una historia corta y al pie sobre la llegada del fútbol hasta Albacete antes de acabar el siglo XIX, antes incluso de que Franklin Albricias le diera a este deporte el  impulso definitivo en 1917. Doctor en Filología Inglesa y durante años investigador en la UCLM, Ángel Galdón tiene además una pasión desmedida por el fútbol y el Albacete Balompié, formando parte de la Peña que el club manchego tiene en el Condado de Cheshire, cerca de Manchester, y que preside Oliver Nulty, su yerno.

Ottoleaks es «la historia de como llega el fútbol a la mancha, que no deja de ser diferente a como llegar al resto de sitios desde Inglaterra. Son industriales ingleses que van por ahí por el mundo, se aburren porque no hablan el idioma del sitio y se tienen que entretener con algo y como no hay internet, redes sociales o televisión, pues ponen a la gente a darle patadas a un balón», comentó Ángel Galdón a este diario.

El autor de este pequeño homenaje al ferrocarril y lo que significó para Albacete en aquel fin de siglo quiere dejar claro que «cuento una serie de hechos históricos que, puestos uno detrás de otros, no son comestibles, así que lo que hago es generar la historia para que se pueda unir y tener un sentido».

En la contraportada del libro comenta que «en El Bonillo, aparece una caja con diarios decrépitos, amarillentos recortes de prensa y viejas fotografías de futbolistas de hace más de un siglo. El análisis de estos documentos descubre la fascinante historia de cómo un embrionario balompié se asiente y aflora en los hoscos campos de Albacete de la mano del ferrocarril a finales del siglo XIX». Los documentos encontrados resultan ser de su tatarabuelo, Otto.

Galdón apunta que «de todos elementos he cogido los que me han hecho más gracia y he omitido los que me han parecido aburridísimos. Me he quedado con una especia de novela histórica cómica». No es de extrañar viendo el fino humor que este aficionado al Alba desprende siempre con sus comentarios en las redes sociales.

Sobre la conocida historia del fútbol en Albacete a través de Franklin Albricias en 1917 comenta que «esto no tiene ninguna pretensión de trabajo historio gráfico. Albricias funda varios clubes y una liga, porque viene también de una tradición anglosajona, pero no es el pionero. Pone a la gente a jugar al fútbol, pero la gente ya conoce lo que es el fútbol. Es uno de los grandes impulsores del fútbol en Albacete como lo fue después Matarredona. El libro cuenta otro eslabón más en la cadena».

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