Las DANA se van, pero la sequía se queda en Albacete

E.F.
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El año hidrológico 2023-2024 empieza con una importante falta de lluvias, a pesar de las tormentas de septiembre

La DANAque barrió la pedanía de Cilancos, en Villatoya, se llevó por delante todos los cultivos que se encontró a su paso. - Foto: R.S.

En la España seca, en provincias como la de Albacete donde prácticamente todo lo que está al alcance de la vista depende del agua, el año no se acaba el 31 de diciembre, sino tres meses antes.

El año hidrológico, que es el realmente importante, comienza el 1 de octubre y termina el 30 de septiembre. Y este año ha terminado de forma bastante engañosa, con un mes de septiembre excepcionalmente lluvioso.

Entre el 1 y el 21 del mes pasado,  pasaron por la provincia de Albacete nada menos que tres DANA. Entre ellas, hubo también varias episodios puntuales de intensos precipitaciones, tanto de lluvia como de granizo.

Pero todos  los récords registrados por las principales redes meteorológicas de la provincia no pueden ocultar que, hasta el 31 de agosto, el recién terminado año hidrológico 2022/2023 había sido muy seco en Albacete.

    De acuerdo al Balance Hídrico Nacional de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el 31 de agosto la precipitación acumulada  desde el otoño de 2022 en Albacete oscilaba entre los 250 y los 400 milímetros, lo que representaba un déficit acumulado del 25%-50%.

    La zona con menos lluvias coincidía con el extremo noroeste de la provincia. Las únicas áreas en las que las precipitaciones se mantenían cerca de lo normal eran los  municipios más próximos a las vecinas Murcia y Valencia. Pero, a pesar de ello, el porcentaje de humedad del suelo oscilaba entre el cero y el 10% en la práctica totalidad del territorio provincial, así que cuando llegaron las DANA septembrinas, la situación era de una sequedad extrema.

Un cambio radical. En tan sólo 72 horas, la situación se volvió del revés, con la entrada de una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) por la comarca de Villarrobledo, que se extendió poco a poco hasta barrer con fuerza toda la provincia  albacetense. 

Este primer fenómeno meteorológico extremo dejó algunos registros dignos de mención, como los más de 70 litros por metro cuadrado que cayeron a lo largo de tres días en el término de Riópar. El día más complicado fue, con diferencia, el domingo 3. Pero esto solo fue el entrante. La siguiente DANApasó entre 15 y 18. Lo peor fue una tormenta seca formada por piedras de hielo de gran tamaño arrasó todo lo que encontró a su paso en la pequeña pedanía de Cilanco, en el término municipal de Villatoya.  El registro fue de nada menos que 76 litros por metro cuadrado.  Otros registros notables fueron los 56,6 litros que cayeron en Fuentealbilla o los 23,8 de Villamalea. Muy poco después, el miércoles 20, llegó la tercera DANA, que se volvió a cebar con la comarca de La Manchuela, tanto en su parte albaceteña como en la conquense.  Los registros fueron especialmente abultados en Alcalá del Júcar, con 33,4 litros; Casas Ibáñez, con 38,1, o Fuentealbilla, con 29,4. Pero a pesar de estas cifras tan llamativas, los datos son muy tozudos: las DANA barrieron casi todo, menos la sequía.

La Demarcación del Segura inicia el otoño de 2023 en estado de alerta por escasez

   En lo tocante a la situación de las dos principales demarcaciones hidrográficas que se reparten el territorio de la provincia de Albacete, el Segura y el Júcar, sólo se puede decir que son como la noche y el día.

En el caso del Segura, toda su cuenca comienza el año hidrológico 2023-2024 en estado de alerta. Aún así, la Confederación Hidrográfica (CHS) garantiza la atención de la demandas destinadas al abastecimiento humano.

Pero este organismo de cuenca también anuncia que se convocará a la Junta de Gobierno durante la semana que está a punto de empezar para  tratar «la aplicación de las medidas establecidas en el Plan Especial de Sequía». «Esta cuestión se va a proponer a la próxima Junta de Gobierno e implicará una reducción moderada de las dotaciones a suministrar a la espera de la evolución hidrológica de este otoño», señala la CHSen una nota de prensa. Asimismo, advierte de que «la Comisaría de Agua intensificará el control y vigilancia de los recursos hídricos a fin de garantizar el reparto equitativo de las dotaciones resultantes en razón de las reducciones que finalmente se adopten».

   En el caso del Júcar, la CHJ señala que su embalses  inician el ejercicio 2023-2024 con un volumen de agua embalsada que supera los 1.362 hectómetros cúbicos, «una cifra que representa prácticamente la mitad de la capacidad total» que permite «garantizar el suministro para todos los usuarios hasta la finalización del año hidrológico que hemos comenzado».

Son datos que permiten calificar como «bueno» el actual estado de las reservas de agua almacenada, a pesar de haber dejado atrás un año hidrológico más seco y caluroso de lo habitual, según el director técnico del Organismo, Manuel Torán, quien tilda la pasada campaña de "terrible» en cuanto a precipitaciones y temperatura, a través de una nota oficial de la CHJ.