La figura del cofrade es inherente a la conmemoración anual de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, en definitiva, de nuestra Semana Santa y además se ha convertido en un elemento esencial de la misma, de tal forma que sin el cofrade, sin su presencia, sin su entrega, compromiso y devoción sería imposible organizar y poner en práctica los actos y eventos de Semana Santa.

Cientos de cofrades de nuestra ciudad se organizan, a través de sus respectivas cofradías, en forma de asociación reconocida por la Iglesia católica, con fines piadosos y siempre con intereses altruistas, para conmemorar la Semana Santa, siendo su máxima expresión cuando salen en procesión por las calles de Albacete. Durante los días de Semana Santa además de las procesiones, se celebran numerosos actos religiosos en los que la participación de los cofrades es fundamental. 

Sin embargo, tradicionalmente la actividad cofrade no iba más allá de los días de Semana Santa en los que se movilizaban para dicha conmemoración.

A lo largo de los últimos años se está produciendo paulatinamente un cambio en la forma de entender la figura del cofrade, de tal manera que la tendencia es clara hacia lo que se ha dado en denominar COFRADE 365.

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