La actividad asistencial de la Unidad de Dolor crece un 40%

Teresa Roldán
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Los profesionales sanitarios del recurso realizan procesos con técnicas de control de imagen ecográfico y radiológico que aumentan la eficacia y seguridad

El doctor Martín Arcas durante un procedimiento a un paciente. - Foto: M.Z.A.

En España más del 30% de la población sufre algún tipo de dolor, principalmente personas entre los 45 y los 54 años de edad y mayoritariamente mujeres (60%). Pero además, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), un 18% de la población española sufre algún tipo de dolor crónico, es decir, lleva sufriendo dolor durante más de tres meses, y más de un cinco por ciento lo manifiestan diariamente. Precisamente ayer se  celebró el Día Mundial contra el Dolor, una efeméride que la OMS instituyó en 2004, con el fin de que gobiernos e instituciones consideren al dolor crónico como «una enfermedad y su alivio un derecho humano, con el objetivo de poner en marcha los recursos necesarios para apoyar la investigación, el diagnóstico y el tratamiento del dolor a nivel universal.

El jefe de la Sección de Anestesiología y Reanimación y coordinador de la Unidad del Dolor del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, el doctor Martín Arcas Molina, aseguró que el Día Mundial contra el Dolor, recuerda a la sociedad, que es una obligación luchar por intentar encontrar remedios que eviten el dolor y el sufrimiento diario, exigiendo tratamientos integrales.

El doctor Arcas Molina informó que se mantiene durante este año la tendencia creciente con que se cerró el ejercicio 2022, año en que la actividad asistencial de la Unidad del Dolor del CHUAcreció un 40% respecto al 2021. Así, durante el pasado año en este dispositivo se atendieron a 1.600 pacientes, entre primeras consultas y sucesivas, y se llevaron a cabo 860 procedimientos intervencionistas.

 La Unidad del Dolor del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete realiza sobre todo procedimientos mínimamente  intervencionistas cuando han fracasado los tratamientos farmacológicos y rehabilitadores o no procede intervención quirúrgica por ser demasiado precoz o por enfermedades que desaconsejen la operación. Asegura el coordinador de este recurso que «utilizamos sobre todo técnicas de control de imagen ecográfico y radiológico que aumentan la eficacia y la seguridad de los procedimientos». A diferencia de lo que creen los pacientes y algunos profesionales, tal y como explicó el doctor Martín Arcas «no se trata de simples infiltraciones, sino que son terapias que en muchos casos mejoran  notablemente la calidad de vida de los pacientes que se benefician de las mismas».

En concreto, el jefe de Sección de Anestesiología y Reanimación adelantó que en los dos últimos años los profesionales de la Unidad han comenzado a realizar tratamientos de descompresión  percutánea de discos vertebrales a pacientes con hernias de disco sintomáticas en los que la cirugía no esta claramente indicada de entrada,  como medio para retrasarla y en algunos casos evitarla.

Dicha terapia «consiste en la inyección en el núcleo del disco de una sustancia que disminuye la presión del mismo o también con un sistema térmico que vaporiza una pequeña porción del núcleo pulposo del disco disminuyendo también la presión  y aliviando la compresión de las raíces lumbares que causa la ciática».

El doctor Martín Arcas afirmó que a pesar de la alta actividad y gran demanda que tiene este dispositivo, se ha mejorado bastante los datos de demoras en los últimos dos años, «eso sí, la lista de espera sigue siendo mayor de lo que nosotros desearíamos  y por supuesto de lo que desean los pacientes afectados por el retraso en ser atendidos».No obstante, aclaró que «las patologías urgentes o no demorables como los procesos oncológicos o las neuralgias del trigémino se atienden con una demora no superior a 10 días».

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