Villamalea pone orden en su red de caminos rurales

E.F
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La Corporación promulga una normativa que regula su uso y mantenimiento, además de incluir un anexo que suma más de 200 kilómetros de vías públicas

Las máquinas de la Diputación ayudan a despejar las cunetas de un camino en Villamalea. - Foto: Diputación de Albacete.

Si hubiese forma de poner en línea recta los caminos rurales que hay dentro del término municipal de Villamalea, sólo los 40 que son de primera categoría darían para ir a pie hasta la ciudad de Valencia y volver, 100 kilómetros de ida y 100 de vuelta.

La lista completa de estos caminos de primera consta en uno de los anexos de la nueva ordenanza que los regula y protege, aprobada recientemente por el Pleno de esta  localidad de La Manchuela.

En la Ordenanza de Villamalea,  los caminos son de tres clases. Los de primera categoría suman 200 kilómetros y tienen nueve metros de ancho; los de segunda tienen seis metros y los de tercera tienen tres, pero incluso dentro de cada grupo hay grandes diferencias.

Por ejemplo, el camino más largo del primer grupo es el que va de los Cárceles a Tamayo. Tiene más de 20 kilómetros de largo y pasa por pasa por el Molino de Abellán, la Rueda, Casilla del Peñón, los Basilios, Cueva Marca, Cueva de los Arcos, el Collao, las Ventanas, La Zúa, el Torrejón, Cuatro y Cinco Casas, para finalizar en la Terrera. Los más cortos son del Charco Patacas y del Mojón, que sólo tienen 700 metros cada uno. 

Estos caminos rurales son parte  esencial de la red viaria provincial. En la provincia de Albacete, suman más de 17.000 kilómetros de longitud. Son muy poco conocidos aunque muy utilizados por los agricultores durante todo el año y, en época estival, por los servicios de emergencia y por el sector turístico, a través de actividades como el senderismo, el cicloturismo o las actividades vinculadas al rico patrimonio natural de la provincia.

Su mantenimiento es competencia exclusiva de los Ayuntamientos, aunque la Diputación les y la Junta les echan un 'cable' que cada vez es mayor. Por ejemplo, hace 10 años, el 'Ayuntamiento de ayuntamientos' ponía 600.000 euros en ayudas para tenerlos al día; este año, ya pone 1,5 millones.

De lo que no se escapa ningún municipio es de la obligación de tener una ordenanza que regule su uso y conservación, además de tener un censo actualizado, ya que forman parte del patrimonio local.