De profesión enfermera, con plaza en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General de Albacete, la nueva delegada provincial de Sanidad en Albacete, Juani García, también atesora ya una amplia trayectoria como política, desde que en 2015 entrara a formar parte de la candidatura socialista como número dos a las municipales. Desde esa fecha hasta ahora ha sido y sigue siendo concejal, tanto en la oposición, como con responsabilidad en el equipo de Gobierno del anterior mandato. Responsabilidad que también ha compaginado con la de diputada provincial del área de Servicios Sociales.

¿Esperaba que su partido, en este caso, el representante en  Albacete del Gobierno regional, le ofreciera esta nueva responsabilidad?

La verdad es que me sorprendió, porque ya estaban designados los puestos más importantes del Gobierno regional. Me llamó Pedro Antonio y después lo hizo el consejero de Sanidad. Me sorprendió y me ilusionó a partes iguales, aunque también me entró un poco de vértigo.

Cuando tienes el sentimiento de servicio público se te pasan muchas cosas por la cabeza: lo primero es que se te complica la vida personal, pero por encima de todo eso, asumes el deber de trabajar por los demás, si consideran que puedo contribuir en mi caso a mejorar la vida de la gente, tienes que decir que sí. 

¿Desde cuándo lleva trabajando en su faceta de servidora pública como integrante del PSOE?

Empecé en el 2015 formando parte de la candidatura socialista al Ayuntamiento de Albacete. Fue de número dos, y esos cuatro años estuve compaginando mi profesión de enfermera con la de concejal. Fue una etapa de descubrimiento, en la que aprendía mucho de la política municipal, de conocer a muchas personas y colectivos, más allá de la sanidad que a veces es  muy endogámica, esa apertura a la ciudad a mí me sirvió de mucho. Fue una etapa dura porque no estaba liberada y tenía que compagina esa tarea con la de enfermera en la UCI del Hospital. En el pasado mandato ya estuve en el equipo de Gobierno al frente de la Concejalía de Atención a las Personas, en una etapa muy dura porque nos costó gestionar la pandemia del coronavirus. Mi puesto de responsabilidad en la Diputación me ha permitido conocer la realidad de los pueblos. 

La nueva responsabilidad que asumo ahora como delegada de Sanidad no sería  igual si yo no hubiera pasado por ese conocimiento más amplio de la política municipal y provincial, que te hace ver las cosas de otra manera. Yo ya no soy la misma enfermera de antes. 

¿Echa de menos su trabajo como enfermera?

Sí, echo de menos la asistencia, el poder cuidar y atender a los pacientes. Las enfermeras en general lo vamos a ser siempre, estemos donde estemos, esa capacidad de hacer valoraciones amplias de las cosas, de ver los temas desde muchas perspectivas diferentes. 

¿Es consciente del protagonismo que ha adquirido de una parte a este tiempo la Enfermería como profesión sanitaria?

Yo soy de la 13 promoción de la Facultad de Enfermería, una época llena de ilusiones, pero en la que había mucho por hacer. 

Todavía éramos ATS, era una diplomatura, y había que convencer a la ciudadanía que teníamos mucho valor. Nos queda mucho por hacer, pero yo creo que ahora la profesión enfermera está viviendo un buen momento, porque todo el proceso de vacunación del Covid lo ha liderado la Enfermería. Se ha conseguido sacar adelante la prescripción enfermera, esa independencia, que ya se hacía pero se nos tenía que reconocer a través de la norma, que es otro logro. 

El cambio en la sociedad ha llegado, porque ahora nos ve como profesionales de la salud independientes que se encargan del área de cuidados, que cuidan a las personas a lo largo de toda su vida.

Como enfermera que es, ¿va a luchar por alguna de las viejas reivindicaciones del colectivo como la carrera profesional, la consolidación  de las especialidades y el cambio de categoría profesional?

Sobre la carrera profesional puedo decir que se está trabajando ya en ello y a lo largo de esta legislatura saldrá adelante. Lo que ocurre es que la realidad  ha cambiado mucho respecto a cuando se gestó la carrera profesional, y por ello la voluntad de la Consejería es que tengamos una carrera profesional justa. 

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