El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó ayer los datos de transmisión de derechos de la propiedad correspondientes al mes de septiembre. Después de analizarlos y, contra lo que pudiera parecer obvio, las operaciones de compraventa en la provincia de Albacete continúan con una tendencia alcista. Si se comparan las transacciones registradas entre enero y septiembre de este año con las realizadas en el mismo período de 2021, revelan un aumento del 18,5%. A pesar del aumento imparable de los tipos de interés en los últimos meses, septiembre registra uno de los mejores datos del año con 388 operaciones, tan sólo por detrás de mayo -526 viviendas cambiaron de propietario-.

Otro de los datos que destaca es la tipología de los inmuebles que se vendieron. Las viviendas de segunda mano lideran las transacciones y aumentan un 20% respecto a los nueve primeros meses de 2021. Esta circunstancia es una constante en los últimos años. Las causas pueden residir en la falta de nuevos desarrollos urbanísticos en los grandes núcleos de población, así como por el stock de vivienda de segunda mano que todavía hay en el mercado inmobiliario.

Todo apunta a que el número de transacciones de viviendas en este último trimestre del año vaya a la baja. El endurecimiento de las condiciones de las hipotecas hará que un sector muy importante de la sociedad no pueda acceder a un crédito hipotecario y, por tanto, se reactive el mercado del alquiler, que en la capital albacetense se caracteriza por falta de oferta desde hace varios años.

El cambio de ciclo en la evolución de los tipos de interés parece que todavía no tiene reflejo en el mercado inmobiliario de la provincia, pero habrá que ver cómo influye en el último trimestre del año, cuando los tipos de interés experimentaron la mayor subida de las últimas décadas. Como vaticina el director de Estudios del portal pisos.com, Ferrán Font, «empieza a vislumbrarse una desaceleración en el mercado», basada directamente en la guerra de Ucrania, la subida de tipos y la inflación. Las economías familiares comienzan a sufrir y el dinero que pueden destinar a la compra de una vivienda o al ahorro es cada vez más escaso.

La construcción de nuevos edificios en la provincia está en un momento de parálisis. Existen todavía obras iniciadas, pero son muy escasas las promociones que se iniciarán en los próximos meses. Los constructores tienen dudas y están a la espera de los acontecimientos a corto y medio plazo para embarcarse en nuevas aventuras empresariales. Habrá que esperar al cierre del año para saber si realmente el mercado inmobiliario se estanca o no.