El cine Capitol proyectó ayer el último trabajo del director albacetense Enrique Leal, El secreto de las palabras, donde se introduce al espectador en la labor desarrollada por la Asociación La Colmena, impulsora de la pedagogía Waldorf en nuestra ciudad. Coproducido por Barakha y Otro Ángulo Audiovisual (ambas productoras locales) este trabajo documental se centra en el caso concreto de un niño de seis años con problemas de lenguaje.

¿Cómo surgió el proyecto?

Desde la Asociación La Colmena me propusieron hacer un vídeo para difundir las actividades que realizan, porque mi hijo también asiste a ellas, y sobre la marcha se me ocurrió la idea de rodar un cortometraje. A mí me atraía mucho  la historia de uno de esos niños, Leo, que tiene problemas para comunicarse debido a ciertos trastornos en el lenguaje, y de qué forma la pedagogía Waldorf le ha ayudado en su día a día.

¿El eje de la historia es el caso concreto de este niño?

Sí, es la historia de Leo contada a través del testimonio de sus padres, de la logopeda que lo trata y de su maestra en La Colmena. Ello da pie desvelar las claves de esta enseñanza, relativamente nueva en España, pero en la que se basa la educación pública de países como Alemania, Noruega o Finlandia. Esta pedagogía lo que hace es acompañar el niño  de forma muy personalizada, ten en cuenta que el ratio en esta Asociación, que abrirá un colegio próximamente en Albacete (está pendiente de recibir suelo dotacional por el Consistorio), es de cinco alumnos por educador. Hasta los siete años el niño se desarrolla órganica y físicamente a través de las manualidades, de ejemplos extraídos de la naturaleza y del juego libre, respetando el ritmo de desarrollo de cada uno.

¿A qué obedece ese título tan sugerente?

He basado la historia de Leo en un cuento muy popular de Waldorf que se llama así, El secreto de las palabras, y explica por qué hay niños que nacen con alguna dificultad en el lenguaje; hay una niña que va narrándolo y personalizándolo en la figura de Leo.

¿Es un corto documental?

Sí, lo único que incluye como voz en off la de esa amiga del colegio que narra durante cerca de 20 minutos la evolución de Leo en La Colmena y como, poco a poco, va consiguiendo muchos logros.

Vuelve a contar con el compositor albacetense Fernando Lázaro en la banda sonora.

Así es, es el compositor con el que siempre suelo trabajar en mis cortometrajes y también cuento con la colaboración del cantautor Carletti Porta, que hace el tema final de los créditos.

¿Tiene ya en mente algún trabajo nuevo?

A finales de año vamos a empezar a rodar un nuevo cortometraje de ficción que esperemos siga la línea a nivel de producción y profesionalidad que nos dio Los huesos del frío, que tuvo un gran recorrido, incluso estuvimos muy cerca de estar en los Goya. Será la historia de dos personajes que vuelven a encontrarse después de 40 años, la historia de un reencuentro. La idea es rodarlo aquí en Albacete, con todo el equipo técnico de Los huesos del frío, y con un elenco de actores de primera plana.