Villarrobledo celebró ayer el  250 aniversario de la Virgen de la Caridad como Patrona de la localidad en el marco de un acto que tuvo lugar en la plaza Vieja y al que asistieron,  además de numerosos ciudadanos, el obispo,  Ángel Fernández, el alcalde, Valentín Bueno, otros miembros de la corporación municipal, la  presidenta de la Hermandad de la Virgen, Carmen Beneito,  y otros miembros de la junta, camareras y anderos. 

Carmen Beneito fue precisamente la encargada de iniciar el acto agradeciendo la presencia a todos los asistentes, así como a la banda municipal de música por  su presencia, mientras que, Valerio Rosillo, miembro de la junta de la Hermandad, fue el encargado de leer el acta del concejo de fecha de 30 de mayo del año 1773, donde se proclamaba en concejo abierto el patronazgo de la Virgen de la Caridad, después de muchos años de veneración.

procesión. Por su parte el alcalde, Valentín Bueno, en su intervención destacó la importancia de la figura de la Virgen de la Caridad para los vecinos de Villarrobledo, haciéndose, comentó, presente en el día a día de los vecinos devotos que acuden a ella sea para pedir como para agradecer, en los momentos difíciles y en las alegrías.

Por último, el obispo de la Diócesis de Albacete mostró una vez más el cariño que siente por Villarrobledo a la vez que recordó la primera vez que  visitó esta localidad. Asimismo quiso destacar la importancia de la Caridad de Nuestra Madre la Virgen María, «única en cada una de sus advocaciones marianas y con la que cada población o cada uno de nosotros sentimos más cercanía, siempre haciendo hincapié en la Caridad como la virtud más importante de entre todas, como nos enseña San Pablo en su primera Carta a los Corintios» explicó Ángel Fernández.

Al finalizar el acto la imagen de la Virgen  de la Caridad fue llevada, como vienen siendo una tradición, por otra parte, en procesión hasta la iglesia parroquial de San Sebastián, en donde permanecerá hasta el domingo.