El Parque Lineal acogió el acto de conmemoración del Día Mundial de la toma de conciencia contra el abuso y el maltrato en la vejez para reclamar un trato digno a este colectivo tan importante en nuestra sociedad. Varias personas mayores pidieron atención y el respeto a sus opiniones, mientras que algunos alumnos del colegio Doctor Fleming mostraron su compromiso para atender sus necesidades en un emotivo encuentro. Alfa y omega, los niños y los mayores, dos extremos con tantas diferencias de trato en muchas ocasiones.
Este evento me trajo a la memoria un vídeo que me enviaron hace unos años. En él, un padre, ya mayor, está sentado en un banco del patio de su casa junto a su hijo de mediana edad, que lee el periódico. Se escucha el canto de un pájaro y el padre pregunta, «¿qué es?», a lo que el hijo le contesta que es un gorrión. El padre le repite varias veces la pregunta a su hijo y éste va aumentando su enfado en cada respuesta, hasta que pierde los nervios y le dice: «Ya te lo dije un montón de veces, es un gorrión, ¿no lo puedes entender?». Tras esta airada respuesta el padre se levanta, pasa a la casa, coge un diario, vuelve junto a su hijo y le marca un pasaje de cuando él era un niño para que lo lea: «Hoy, mi hijo menor, que hace unos días cumplió tres años, estaba sentado conmigo en el parque. Se posó un gorrión frente a nosotros. Mi hijo me preguntó 21 veces qué era eso y yo respondí las 21 veces que eso era un gorrión. Lo abracé cada vez que me hizo la misma pregunta sin enojarme y sintiendo afecto por mi pequeño hijo inocente». Tras la lectura, emocionado y con lágrimas en los ojos, el hijo besa y abraza a su padre.
No sólo por un día, sino durante todo el año, tengamos presente esta historia.