A diferencia de lo que ocurre con otros territorios limítrofes como Murcia o Alicante, en esta provincia, sobre el 45% de su superficie es forestal con 620.000 hectáreas entre monte público, sea propiedad de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha como de los Ayuntamiento, y monte privado.

Con el pino y sus distintas especies como principales pobladores forestales y en menor medida con las carrascas o con las encinas, es, sobre todo, en las dos Sierras, la de Segura y la de Alcaraz, y en menor medida en la comarca de La Manchuela en donde se concentran estas hectáreas inmersas hoy en día en pleno tratamiento de selvicultura preventiva frente a los incendios que puedan darse más en coincidencia con los meses estivales, y así continuarán hasta que llegue el próximo calor. 

A finales de la última semana del pasado mes de diciembre estaban trabajando en estas tareas preventivas en esta provincia, según información facilitada por la delegada provincial de Desarrollo Sostenible, Llanos Valero, 323 personas de la empresa pública de Gestión Medioambiental, más conocida como Geacam. 

Repartidos en cuadrillas formadas por entre ocho y 20 trabajadores, a este último martes de diciembre en concreto estas cuadrillas estaban actuando en Almansa, en Yeste, en Alcaraz, en Férez, en Letur y por último, en Carcelén.

 No obstante, al margen de dónde están ahora poniendo al día los montes albacetenses, hay que decir que en lo que son los tratamientos selvícolas, dos son las líneas en las que se está trabajando. Por un lado, la que entra dentro del Plan Infocam, el Plan de Emergencias de Incendios Forestales de Castilla-La Mancha y que sólo el pasado año permitió con una inversión de 8.751.870 euros, actuar sobre 1.824,23 hectáreas de la provincia entre monte público y monte particular de 28 municipios. 

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