José Manuel Patón

LA PLUMA CONTRA LA ESPADA

José Manuel Patón


A juzgar por los resultados

27/12/2023

Echando una ojeada histórica hacía atrás y dejándonos de cuentos chinos, ahora al fin del 2023 se me ocurre reflexionar sobre qué civilizaciones, filosofías, políticas o actuaciones han demostrado ser superiores a las otras; es decir, dónde se vive mejor, quien ha fracasado, dónde hay más solidaridad y más justicia y menos sátrapas y dictadores.

La historia obliga a veces a hacer esa reflexión.

En primer lugar gana el cristianismo sobre cualquier otra religión; da igual que lo practiques, que creas en Dios, en Jesucristo, en la Virgen o en el Espíritu Santo, o no creas en nada pero vivas aquí. Llevo muchos años con la misma teoría. Los confines de la iglesia cristina, sobre un mapamundi dibujados, demuestran que dentro se vive mejor que fuera. Ningún cristiano salvo que lo haga por dinero o por misiones, se va fuera de sus confines a vivir o quiere tener o educar a sus hijos al otro lado. Todos sabemos que hay más riesgo. Sin embargo los de otras religiones que viven en países limítrofes a los países cristianos huyen hacia los países cristianos. Es decir que no solo es un juicio de valor personal, es un juicio de valor en el que coincide todo el mundo, esté fuera o dentro, y más hoy con las comunicaciones fluidas y rápidas de las que disponemos. Hoy sabemos también por ello que si protestas en Irán o en Arabia Saudí te cuelgan de una grúa para que sirvas de ejemplo.

En segundo lugar gana el liberalismo sobre cualquier otra teoría, sobre todo contra el comunismo. El liberalismo ha triunfado en casi todo el mundo, incluso fuera de los ámbitos de la religión cristiana, como por ejemplo Japón, Corea, Taiwán … hasta China y Rusia se han convertido al liberalismo económico y por eso han prosperado. En los confines del comunismo solo había mentiras, tiranos, déspotas, desigualdades y pobreza. Los que presumían de querer hacer un mundo igualitario según Marx, hicieron un mundo todavía más desigual. Hasta los comunistas y socialistas europeos han cambiado su careta por el eurocomunismo o la socialdemocracia, y cuando la socialdemocracia ha fallado, como por ejemplo en Venezuela o en Bolivia, se han vuelto pobres, ha vuelto el hambre y los abusos de poder. Los pocos ejemplos donde sigue viviendo el comunismo no tienen ni papel higiénico, como Cuba o Corea del Norte.

Ahora vuelve una moda en occidente en el que se busca otra vez la confrontación de las derechas y las izquierdas, ideologías que tendrían que haber dejado de existir, porque el liberalismo no es ni de derechas ni de izquierdas; es un pensamiento de libertad que apoya a los empresarios y como consecuencia de ese apoyo se crean más puestos de trabajo, menos paro y los empresarios tienen que subir los sueldos si quieren contratar trabajadores, véase por ejemplo Suiza o EE.UU, que son los países más liberales.

¿Pero cuál es el problema? que esa libertad implica que puedas protestar contra el Estado, y para hacerse con el poder critican el propio liberalismo. Pero su razón es tan potente que una y otra vez fracasan.

El siglo XX generó un pulso entre la izquierda y el liberalismo, y triunfó este último por la fuerza de la gravedad. Que no nos engañen, aunque a veces usen la palabra progresista para manipular.