El Albacete Basket pagó caro su desacierto ofensivo

Unai Eguiguren (ADG)
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71
Juaristi ISB
70
Bueno Arenas Albacete Basket
Finalizado
Los de David Varela sufren su tercera derrota consecutiva, lastrados por su falta de efectividad en ataque, todo lo contrario que su rival

Arranque del partido en el Polideportivo de Azpeitia. - Foto: Juaristi

El Bueno Arenas Albacete Basket alargó su mal estado de forma en la LEB Plata al cosechar su tercera derrota consecutiva en el Polideportivo de Azpeitia. Los pupilos de David Varela se vieron lastrados por su desacierto en el lanzamiento ofensivo, sobre todo en la primera parte, ante un Juaristi ISB que estuvo muy inspirado en una faceta del triple que acabó siendo determinante en el resultado final. 

La redención del Bueno Arenas Albacete Basket se vislumbró difícil de inicio debido al deficiente nivel defensivo mostrado en el amanecer del encuentro. Alguna pieza no estaba bien encajada en el engranaje ya que el Juaristi ISB, circulando la pelota con suma velocidad y precisión, se mostró excepcionalmente efectivo en los lanzamientos de media y larga distancia. Dos triples locales en los primeros dos minutos, algo que se repitió con determinante continuidad a lo largo de todo el partido, hizo que el cuadro albaceteño tuviera que remar a contracorriente. 

La inspiración guipuzcoana en el triple chocó frontalmente con un muy errático Albacete. A pesar de que los primeros pasos de estrechar al rival por dentro gracias a los quehaceres de los pívots Stevanic y Fall se cumplieron sin demasiadas interferencias, la conexión con los liberados escoltas no se tradujo en acierto en esa faceta desequilibradora. Aferrados a un juego interior que proporcionaba insuficientes frutos, el cuadro albaceteño finalizó el primer cuarto con una elocuente desventaja de 15 puntos (27-12). 

Cogiendo aire en el trasvase del primer al segundo parcial, el Bueno Arenas Albacete Basket pasó a apostar por una defensa más agresiva y pegajosa, que ayudó a que los tiros del Juaristi ISB no se ejecutasen con la misma facilidad que en los primeros diez minutos de partido. También se detectó una mayor fluidez en ataque, aunque el intercambio de golpes en el que se sumió el duelo impidió que el cuadro albaceteño lograse reducir una distancia excesivamente amplia en el electrónico. Esos 15 puntos de desventaja eran una auténtica losa para los pupilos de David Varela. 

El Bueno Arenas Albacete Basket, en el que debutó su último fichaje, el base Guerrero, no se rindió con tanta facilidad en el duelo de dos equipos llamados a pelear por el soñado ascenso a la LEB Oro. Con un Fall haciéndose grande en la pintura y haciendo mejores a sus compañeros, el conjunto manchego se encontró más cómodo en la cancha y, sobre todo, actuó con una naturalidad inexistente en el primer cuarto. Jacobs, hasta ese momento totalmente desacertado en el lanzamiento, se enchufó a la causa anotando su primera canasta en el epílogo del segundo cuarto. Con todo, era tal la confianza del equipo guipuzcoano en el triple que la distancia apenas bajó hasta los 13 puntos (41-28) antes de retirarse a los vestuarios. 

Los dos triples fallados por Sima en el inicio de la reanudación del choque fueron una clara premonición de la inconclusa rebelión del Bueno Arenas Albacete Basket. El guion de la película no sufrió modificación alguna en la salida del segundo tiempo, pues los locales siguieron inspirados en el lanzamiento de tres, mientras que los chicos de David Varela se sumergieron lentamente en un mar de desconfianza. No pudieron emplear los contraataques como remedio a la hemorragia, pues la efectividad en el rebote defensivo no hizo acto de presencia en su visita al Polideportivo de Azpeitia. 

La desventaja de esos pertinaces 15 puntos con la que comenzó el último cuarto fue insalvable para un Bueno Arenas Albacete Basket poco competitivo en las diferentes fases del juego, pero luchador hasta el final. La activación ofensiva del base Jorge Martínez, haciendo daño mediante las penetraciones interiores y con un triple en los últimos instantes, hizo que el marcador se quedara con un 71-70, más cruel en la escenificación de una reacción incompleta.