«Tenemos aún que aprender mucho de la historia»

V.M.
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El escritor albacetense Antonio J. García Vidal presentó en Popular Libros su última novela, 'Ya no me pienso sin ti'

Antonio J. García Vidal, con un ejemplar de su última novela. - Foto: V.M.

El escritor albacetense Antonio J. García Vidal presentó ayer en Popular Libros su última novela, 'Ya no me pienso sin ti', un acto en el que realizó una pequeña introducción su hermano, el periodista Juan Luis García.

 

Una obra ambientada en una época convulsa de nuestra historia, ¿cuál es el núcleo argumental de la novela?

Cuenta la historia de la pareja protagonista, Lourdes y Matías, desde 1931 a 1936, justo en el período de la Segunda República hasta el estallido de la Guerra Civil, y es también un reflejo de cómo va evolucionando          la sociedad.

¿Supone un notable cambio de registro respecto a Las edades del puerto?

Mi primera novela era ficción contemporánea de tono más romántico y en esta ocasión se trata de ficción histórica; sin embargo no es una novela histórica, en tanto que los personajes protagonistas no son reales, aunque sí lo sea el entorno donde se mueven, además la historia refleja cómo los acontecimientos truncan sus vidas y lo que habían previsto para el futuro.

¿Presta especial atención a aquellos acontecimientos que marcarán la historia de nuestro país?

Efectivamente, porque la Segunda República comenzó a modificar la sociedad española, desde el primer feminismo que comienza a desarrollarse en la época a modificaciones legales como la Ley del Ejército o la Ley del Divorcio, todo parece que empieza a cambiar hasta que, de repente, todo se trunca, sobre todo en Toledo -ciudad donde está ambientada-, que padeció un sufrimiento superlativo en el 36, debido a la resistencia en el Alcázar y el constante cambio de fuerzas que hubo al no triunfar inicialmente el alzamiento allí. 

¿El destino o el paso del tiempo, tan presentes en su primera novela, vuelven a aparecer aquí?

No, esta novela se centra más en reflejar cómo determinados hechos te superan y alteran por completo el desarrollo vital de los personajes, de hecho durante la Guerra Civil hubo mucha gente obligada a estar en el bando que le tocó en suerte.

En definitivo, una historia vital truncada por el peso de los acontecimientos, ¿no?

Eso es, además ahora mismo tenemos un ejemplo de ello con todo lo que ha pasado en Ucrania, un país relativamente próspero y en paz, donde muchas vidas se fueron al garete tras la invasión rusa. Es un poco lo que pasó en el 36, una sociedad que intenta evolucionar y el alzamiento militar obligó a todo el mundo a posicionarse de un lado u otro, perdiendo todo el mundo menos los cuatro de siempre. 

¿Con un desenlace tan dramático como esperado?

Sí, además el protagonista, Matías, militar y profesor en la Escuela de Infantería de Toledo, al ser parte integrante de uno de los bandos debe tomar decisiones que no le agradan, la verdad es que el final es un poco duro; por ejemplo hay un episodio que pasó en agosto de 1936 en esa capital, donde, tras un bombardeo del bando sublevado, los republicanos deciden ejecutar a numerosos prisioneros de guerra. 

¿Revisar esa parte de nuestra historia continúa siendo un ejercicio delicado?

Yo pertenezco a la generación de los 70 y en el colegio no nos contaron nada, prácticamente saltamos de la Generación del 98 a la democracia, digamos que tuvimos un vacío en la formación. Cuando empiezas a investigar descubres una historia que no nos han contado y hay que reflexionar sobre el momento tan delicado que vivía España en esos años y en cómo estamos ahora, en un ambiente tan polarizado, siendo conscientes que los extremos políticos no nos deben arrastrar a otra barbarie, tenemos aún que aprender mucho de la historia. la  Segunda República quedó para muchos como un Gobierno de izquierdas, en lugar de un sistema político en el cual había partidos de todas las ideologías y que desapareción con el yugo militar.  

¿Algún nuevo proyecto en el que esté inmerso?

Sí, tengo un par de historias empezadas y veremos por dónde evolucionan. Posiblemente volveré a centrarme en la historia contemporánea y a lugares pequeños, donde también puede haber grandes historias.