El humorista albacetense David Andrés García tiene un verano lleno de galas. Recorre prácticamente la geografía regional, entre otras, estos días y el 25, de nuevo, estará en la localidad de Motilleja con su nuevo espectáculo, Pero en qué mundo vivimos. El artista comentó a La Tribuna de Albacete distintos aspectos des monólogos y los nuevos proyectos.
¿En qué mundo vivimos?
Bueno, unos y otros tenemos gustos distintos, con maneras de vivir diferentes. Como digo en este monólogo, hay que intentar que todos estemos a gusto. La verdad es que estoy muy contento, Pero en qué mundo vivimos está funcionando muy bien. Estoy en el portal de Artes Escénicas, con 10 actuaciones, que no está nada mal, y luego, salen otras muchas, claro. No está nada mal poder ganarte la vida siendo humorista.
¿Un monólogo para todos?
Así es, es un monólogo en el que intento adaptarme a todos los gustos. Mi estilo de humor es para todos los públicos. Los hay que les gusta más el chiste popular; otros son más de improvisación o de monólogo directo. En este monólogo cuento anécdotas que nos pasan a todos, de una u otra manera, y todos nos sorprendemos en ocasiones y decimos esa frase, pero en qué mundo vivimos. Todo eso lo traslado.
¿Cómo es el formato de este espectáculo?
Es un pequeño formato que se puede adaptar a todo tipo de escenarios. Hay artistas, de moda en Instagram, que llenan estadios, pero los cómicos normalmente, al menos en España, no en Estados Unidos, estamos muy lejos de eso, pero hay quien lo consigue. De momento, nosotros nos conformamos con que funcionen muy bien nuestros espectáculos.
¿Un monólogo abierto?
Lo es, como habla de anécdotas que nos pasan a todos, siempre voy poniendo, también quitando, cosas. Con mis bromas no quiero hacer sentir incómodo a nadie, pero bueno, intento que mi humor llegue a todos los públicos, dentro de los límites que tenemos los cómicos, porque hay que evitar ciertos temas o te sugieren que no hagas chistes de esto o aquello. Lo más importante es que todos los que asistan a mis espectáculos pasen un rato divertido y lo pasen bien.
¿Hay autocensura?
Creo que sí. No se trata de ofender a nadie. Luego, en las salas que están habituadas a la comedia, te puedes soltar el pelo, aunque yo, que soy calvo, lo tengo chungo. Los humoristas, al fin y al cabo, estamos para hacer reír, no para ofender.
¿Cuánto tiempo le llevó construir este monólogo que pasea por España?
La risa es distinta a otras expresiones culturales y para hacer reír influyen muchos factores, por ejemplo, que el escenario esté bien colocado, con buena luz y sonido, pero hay muchos factores más. Para que un monólogo funcione bien durante una hora, en todos los sitios, puedes tardar cuatro o cinco años, porque hay que probar mucho. Yo estoy con Pero en qué país vivimos y pensando y preparando otro. Voy variando y pensando en lo nuevo, pero todavía creo que pasearé este un año más, 2023-2025 y la idea es que, para la primavera de 2025, tendré preparado otro monólogo, al menos la mitad.
¿Una hora en escena?
Más o menos. Se puede alargar un poco porque improviso con el público o haces alguna pausa.
¿Dónde funciona mejor?
En Albacete estoy en casa, me siento muy cómodo, aunque no hay un sitio donde la gente sea más seria, es muy complicado. Me adapto a la gente que tengo en cada gala e intento mimetizarme con ellos.
¿Cuándo terminará esta temporada?
Yo no tengo temporada, tengo trabajo, me van llamando y acudo, pero bueno, tengo muchas actuaciones y voy haciendo cosas. También para Albacete tengo una sorpresa preparada.