Editorial

El Albacete se mete en problemas en un momento crucial

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Los aficionados empezaron a perder la paciencia y las cañas de la temporada pasada, con el 'play off' incluido, empiezan a volverse lanzas

La temporada en Segunda División está en un momento crucial. Con el mercado de invierno en su recta final y sin anunciar ningún movimiento de llegada ni de salida, el Albacete Balompié se mete en problemas deportivos después de perder en casa frente a un rival directo como el Alcorcón, al que su victoria en el Carlos Belmonte le sacó de los puestos de descenso y metió de lleno en la lucha por la permanencia al club manchego.

La posibilidad de la salida del extremo Manu Fuster, uno de los pilares de la plantilla desde su llegada, junto con la marcha más que probable del director deportivo Alfonso Serrano, provocan una inestabilidad interna que se nota en el rendimiento del equipo en las últimas jornadas -no gana desde el 8 de diciembre y encadena cuatro jornadas sin conocer la victoria y con un solo punto en su haber-. Por otra parte, el tiempo de fichajes se acerca a su fin y la entidad manchega debe trabajar muy bien en los próximos días para reforzar la plantilla con el objetivo de salir de la zona peligrosa donde están en la actualidad.

El club asegura que Manu Fuster concluirá la temporada en el Albacete Balompié, pero además de retener el talento que posee, la plantilla necesita refuerzos, sobre todo en la defensa y en la portería, para poder revertir una racha negativa que puso al equipo al borde del precipicio de la Primer División RFEF y de la salida del fútbol profesional español, lo que sería una hecatombe económica para la entidad.

A todos los problemas deportivos, se suma una deuda a largo plazo de 14 millones de euros del club, por lo que la situación en los despachos tampoco es la más boyante que digamos.

En el partido de ayer, los aficionados empezaron a perder la paciencia y las cañas de la temporada pasada, con el play off incluido, empiezan a volverse lanzas en la actual y la situación social de la entidad puede comenzar a enrarecerse, un hecho que complicaría, aún más si cabe, la situación. Ahora es el momento de llamar a la calma y dejar trabajar a los responsables del Albacete Balompié para que realicen los movimientos oportunos en el mercado de invierno, sin experimentos, porque poco margen de error existe.

Por delante, está prácticamente la segunda vuelta de la temporada. Hay terreno para la mejoría, pero el Albacete Balompié no puede permitirse ni un resbalón deportivo más, porque lo puede pagar muy caro.

El cambio de luces del estadio Carlos Belmonte comenzó esta semana, pero deben estar muy atentos y diligentes en el club manchego para que las luces del fútbol profesional no se apaguen, por una temporada como mínimo, en la ciudad.