Un individuo afirmó que no se llevó 9.000 kilos de cebada de su vecino

JOSECHU GUILLAMON
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Según el fiscal, cogió el tractor y el remolque de la víctima, descargó la mercancía en su finca y devolvió el vehículo, aunque sin las llaves

Un individuo afirmó que no le había robado 9.000 kilos de cebada a su vecino, en el juicio que se celebró contra él, ayer, en el Juzgado de lo Penal 2 de Albacete.

La vista se inició con la declaración del acusado, I.M.V., quien afirmó que la noche en la que se produjeron los hechos, la madrugada del 1 de julio de 2013, él se encontraba en Albacete, por lo que no podía estar en la finca almanseña en la que se produjeron los hechos.

También aseguró que el denunciante podía haberle acusado a él porque anteriormente había tenido un juicio con un sobrino suyo, porque no le había pagado 1.000 kilos de avena. Incluso añadió que si había granos de cebada en la entrada de su finca era porque algún familiar o amigo del denunciante debía haberlos puesto allí para incriminarle.

Por otra parte, reconoció que sabía conducir tractores, pero sólo pequeños y que tenía caballos que se alimentaban con cebada y avena, aunque dijo que en el momento de los hechos sólo tenía un poni.

El denunciante. Por su parte, el denunciante, V.S.N., comentó que el 1 de julio de 2013 a las siete de la mañana llegó a su finca y encontró la puerta rota y el remolque sin los 9.000 kilos de cebada que había dejado la noche anterior.

Tras poner la denuncia, comprobó, con la Guardia Civil, que había un rastro de huellas de su tractor y su remolque y de granos de cebada desde su finca a la del acusado, que se perdían detrás de la valla. Aunque admitió que en un primer momento la Guardia Civil perdió rastro en otra dirección y luego vieron que iba a casa del acusado. Además afirmó que conocía al procesado de vista y que ningún familiar suyo había tenido problemas con él.

Los agentes de la Guardia Civil afirmaron que, aunque en un momento dado perdieron el rastro, gracias al denunciante vieron como iba hasta la casa del procesado.

En la vista también declaró, como testigo de la defensa, un hombre que afirmó que el acusado había estado con él la tarde antes de los hechos, que ambos habían cenado juntos y que como ambos habían bebido tras la cena, el acusado se quedó a dormir en su cocinilla, en la que tenía una cama para invitados, marchándose del lugar a las ocho de la mañana.

En sus conclusiones, el fiscal mantuvo su petición de tres años de prisión y el pago de una indemnización al denunciante de 2.083 euros, por los daños ocasionados al remolque y la cebada sustraída. Por su parte, el abogado de la defensa pidió la absolución.