Juzgan a un hombre por agresión sexual a su sobrina política

Josechu Guillamón
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Según el escrito del Ministerio Público, el acusado invitó a la joven a cocaína durante varios meses, hasta que un día le dijo que la quería, momento en el que se produjeron los hechos

Imagen de archivo de los juzgados de lo penal de la ciudad, donde se celebrará el juicio. - Foto: Rubén Serrallé

El Juzgado de lo Penal 1 sentará en el banquillo de los acusados el próximo jueves 11 de mayo a un hombre que se enfrenta a cuatro años de prisión por agredir sexualmente a su sobrina política, para la que la Fiscalía pide 3.000 euros de indemnización por los daños causados.

Según el escrito del Ministerio Público, el procesado, M.P.G., que en el momento de los hechos tenía 55 años de edad, el 26 de enero de 2020 quedó con su sobrina política, mayor de edad, para que fuera a su domicilio, con la excusa de que tenía que hablar con ella de una cosa, «cara a cara». Además también le ofreció la posibilidad de consumir cocaína, como venían haciendo desde hacía varios meses.

Sobre las 11 horas, la sobrina llegó a la vivienda y, tras conversar en la cocina, el acusado le dijo que pasaran a la habitación, donde ambos consumieron cocaína, comentándole el acusado que lo que le quería decir era que la quería como «algo más que como una sobrina».

La joven se sintió incomoda por el comentario, por lo que le dijo que se quería ir, momento en el que el procesado procedió a subirle la camiseta tocándole los pechos, metiendo la mano por debajo del sujetador, a pesar de que ella le pedía que no le tocara y que la dejara salir, mientras que trataba de bajarse la camiseta para evitar los tocamientos. Sin embargo, el acusado se lo impedía agarrándola fuertemente de los brazos.

A continuación, el acusado bajo la mano hacia los muslos y comenzó a tocarle sus partes íntimas por encima del pantalón, procediendo después a lanzarla sobre la cama, donde el acusado, sujetándola por los brazos, la tumbo boca abajo, rozándose contra ella y masturbándose. La chica logró incorporarse sobre la cama, momento en el que el acusado, agarrándole la cabeza y poniéndole la cara frente a su miembro, le dijo que lo chupara, algo a lo que ella se negó. 

Finalmente la sobrina pudo levantarse y se dirigió a la puerta para salir, impidiéndoselo el acusado que la agarró de nuevo, poniéndola de espaldas contra la puerta, donde se masturbó hasta eyacular.