El feminismo albacetense muestra su unión y fuerza

A.G.
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Unas 4.000 personas participan en la manifestación convocada por la Coordinadora 8-M, que llama "a acabar con la discriminación laboral y con todas sus brechas"

Manifestación por el Día Internacional de la Mujer. - Foto: José Miguel Esparcia

A diferencia de lo ocurrido en otros territorios, el movimiento feminista de Albacete hizo gala ayer de unión y fuerza en la manifestación convocada por la Coordinadora 8-M con motivo del Día Internacional de la Mujer.

Unas 4.000 personas recorrieron el habitual trayecto entre las plazas Gabriel Lodares y del Altozano que, por primera vez, atravesaba la calle Ancha ya remodelada. Tras una pancarta principal, con el lema Todas las mujeres, todos los derechos, todos los días, los últimos grupos comenzaban a andar desde la punta del Parque cuando la cabecera ya había llegado al cruce con la calle del Tinte.

Animó el recorrido la percusión de La Sambassoría y la parte más animada de la protesta fue en su parte central, donde los más jóvenes no cesaron de corear lemas habituales en esta fecha. Antes, acompañaban la marcha representantes de todas las instituciones, como el alcalde de Albacete, Emilio Sáez; el presidente de la Diputación, Santiago Cabañero; el delegado del Gobierno en la región, Francisco Tierraseca; o el subdelegado en la provincia, Miguel Juan Espinosa.

Tras la llegada al Altozano, fue el momento de dar a conocer el manifiesto elaborado por la Coordinadora, comisión que agrupa diversos colectivos feministas, junto a sindicatos, partidos políticos progresistas y otras organizaciones. Lo leyó la periodista Ana Mondéjar,  quien recordó los inicios de la lucha por la igualdad y recordaba que «a lo largo de la historia se ha avanzado en algunos aspectos y conseguido ciertos logros, que algunos utilizan para confundir a parte de la sociedad, como si las desigualdades entre mujeres y hombres ya no existieran». «Esta falsa apariencia de equidad es la que provoca que muchas personas crean que la igualdad entre hombres y mujeres está ya conseguida, y cuestionen la necesidad de mantener y promover este Día Internacional de las Mujeres o las políticas de igualdad, pero hoy, en pleno siglo XXI, cuesta creer que haya quienes nieguen una realidad evidente: que existen motivos reales por los que seguir reclamando la igualdad», añadía.

En cuanto a las reivindicaciones actuales, el manifiesto señalaba que «es vital conseguir acabar con la discriminación laboral y con todas sus brechas».

Ahondando en la acción del feminismo albacetense, María José Romero, portavoz de la Coordinadora 8-M, indicaba a La Tribuna que «aquí no hay división, sino un discurso neutralizador y pacificador. Tenemos un denominador común y estamos trabajando para que la sociedad de Albacete no menoscabe el papel de la mujer y el movimiento feminista dé una respuesta a la sociedad patriarcal».

«El debate está cambiando, de la lucha por los derechos hay que abrir paso a la de la participación plena de las mujeres como variable estratégica fundamental de la sociedad del conocimiento, en la que estamos inmersos ya de lleno», proseguía la catedrática de Derecho del Trabajo, quien reivindicó que «el feminismo es un motor de avance para los derechos de las mujeres, ampliar sus límites y corregir las discriminaciones plenamente deliberadas».