Editorial

La sociedad reclama Formación Profesional

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Los jóvenes de hoy en día son más prácticos. Prefieren aprender una profesión lo antes posible para comenzar a trabajar

Los diferentes centros educativos de la provincia de Albacete ofrecieron en el curso académico de 2023-2024 9.000 plazas de diferentes especialidades de Formación Profesional, pero sólo 6.250 alumnos cursaron algún grado de FP de los 178 que se imparten en institutos de la provincia. Esto quiere decir que más del 30% de las plazas se quedaron su cubrir. Para el curso que ahora comienza, la Consejería de Educación oferta 9.200 plazas -se incorporan seis nuevos ciclos- y las previsiones del delegado provincial, Diego Pérez, son que 6.800 escolares se formen en alguna profesión.

Una vez que concluyen su aprendizaje, el grado de inserción laboral de los alumnos de la FP es alto, aunque los mejores datos los tienen los grados de Informática, con una empleabilidad que roza el cien por cien.

El sistema educativo español llegó tarde a la Formación Profesional. Cuando en el resto de Europa era una opción de aprendizaje muy valorada por las empresas, en España todavía se veía a la FP como el patito feo de la educación media, es decir, donde acababan aquellos que no habían sido capaces de optar a una carrera universitaria. Desde hace unos años, esa percepción cambió de forma radical y las empresas comienzan a demandar a jóvenes que se incorporan al mercado laboral después de pasar por algún grado de FP ante la falta de reposición de los trabajadores que llegan a su edad de jubilación.

Porque la sociedad ve cómo año tras año desaparecen profesionales de oficios que son imprescindibles para las familias y que son sustituidos por trabajadores sin formación cualificada. Durante décadas, el objetivo de cualquier padre o madre de familia era que sus hijos fueran universitarios y consiguieran una diplomatura o una licenciatura, es decir, que se sacaran un título. A la larga, este fenómeno, que podría denominarse «titulitis», generó un vacío de profesionales medios que la FP está llamada a llenar.

Es la hora de la Formación Profesional, porque las nuevas generaciones no están dispuestas a estudiar durante un lustro en la universidad para después tener que pelear otros tantos años para hacerse un hueco en el mercado laboral. Los jóvenes de hoy en día son más prácticos. Prefieren aprender una profesión lo antes posible para comenzar a trabajar y poder independizarse -si las condiciones económicas y de vivienda también lo permiten-.

La oferta de FPes amplia en la provincia de Albacete y curso tras curso aumenta, así como el número de plazas, lo que significa que, aunque no se cubran todas, hay demanda de este tipo de grados, porque sus alumnos tienen alta empleabilidad.