El cierre del albergue Alonso Quijano cae "como una bomba"

E.F
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El alcalde de Ossa de Montiel, Alejandro Chillerón, afirma que la confirmación de la orden de cierre llegó «cuando todo estaba listo para abrir» ya que la campaña empieza justo hoy, mientras que la Junta dice que la medida es provisional

El vicepresidente segundo de la Junta, José Manuel Caballero, visitó el albergue Alonso Quijano este verano. - Foto: R.S.

«Como una bomba». Ésta fue la respuesta que dio ayer el alcalde de Ossa de Montiel, Alejandro Chillerón, cuando se le preguntó cómo ha sentado el anuncio de cierre del Albergue Alonso Quijano.

Este establecimiento se encuentra en el corazón del Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, justo entre las lagunas Batana y Colgada. Tiene -o tenía- capacidad para alojar a 140 personas.

«Es un palo, un palo muy grande», reconocía, «para el empleo, el sector turístico y la hostelería, nadie se lo esperaba, porque de hecho hoy tenía que abrir para comenzar la campaña».

Entre la Semana Santa y el inicio del verano, el Albergue emplea a nueve personas. Cuando llega el verano, genera hasta 25 puestos de trabajo que se cubren, todos ellos, con personas del pueblo.

«Hay gente que esperaba entrar a trabajar hace días y se encuentra sin nada», explica, «y tenemos algunas situaciones muy comprometidas, personas que renunciaron a otros empleos por venirse aquí».

El impacto económico va todavía más allá, ya que el 100% de todos los suministros necesarios para que el albergue funcione proceden de negocios que tiene su sede en Ossa de Montiel.

Impacto económico. «Por término medio, hablamos de entre 40.000 y 50.000 euros por temporada», señala, «porque una vez que abre, ya no para, es un ir y venir de gente del que se beneficia   al final todo el sector turístico de la Ossa y también de Ruidera».

Por ejemplo, recuerda, las instalaciones del albergue acogen cursos y competiciones deportivas a lo largo de toda la temporada, que a su vez atraen numerosos visitantes, además de los huéspedes.

«Y todo este flujo de gente no sólo visita la zona, sino que además  tiene que comer y beber», recuerda, «de forma que tenemos también un impacto muy gordo en el sector de la hostelería».

Desde que la Junta de Comunidades confirmó el cierre «al parecer por problemas con una de las terrazas del edificio», por lo que el Ayuntamiento y la empresa adjudicataria han buscado alternativas.

«Pero de momento la Junta se mantiene firme», reconoce, «porque hemos hablado con el delegado, el director general, y nada; desde el Ayuntamiento ya hemos pedido una entrevista urgente con el consejero, creemos que hay opciones que pueden considerar».

Sólo es provisional. Por su parte, el Gobierno de Castilla-La Mancha garantiza que el albergue Alonso Quijano de las Lagunas de Ruidera abrirá sus puertas tras las obras de adecuación del inmueble, según indicaron ayer fuentes de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes en una nota de prensa.

Desde estas fuentes se  asegura que el Gobierno regional cuenta, actualmente, con un proyecto de mejora y por eso el Ejecutivo insiste en que, en los próximos días, se iniciarán los diferentes pasos para licitar las obras. 

El cierre «temporal» se lleva a cabo debido a un informe reciente elaborado por la Unidad Técnica de la Delegación Provincial en el que se solicitaba la clausura provisional de la instalación para la adecuación de las obras. 

Desde la Consejería de Educación, Cultura y Deportes se remarca también en el comunicado que, una vez terminadas las obras, el albergue recuperará su actividad, pasando a ser, como hasta ahora, uno de los baluartes de la Red Regional de Albergues Juveniles de Castilla-La Mancha.