Javier López-Galiacho

Javier López-Galiacho


La radio en ‘technicolor’

19/09/2023

En este tiempo en que a los castaños se les cae el fruto, al árbol de la vida se le ha desprendido una estrella de la radio como fue Pepe Domingo Castaño. Y con su marcha inesperada, una parte consciente de nosotros también se va con él. La de aquel tiempo en que tatareábamos canciones como Neñina, aquella que «vestía pantalón vaquero», mientras Pepe Domingo actuaba en la Caseta de Los Jardinillos como cantante de éxito. También con él se va ese trozo de nuestra vida de los 80 estudiando en Madrid mientras escuchábamos aquella querida Radio Madrid de la Sociedad Española de Radiodifusión. Nunca el cielo de la radio tuvo tantas estrellas reunidas. Ahí estaban Castaño, Joaquín Prat, Gabilondo, Pepe Cañaveras, Basilio Rogado, Manolo Martín Ferrand, José María García, José Joaquín Iriarte, Vicente Marco, Parrado, Brotons, Herrera, Ónega, José Luis Pecker, Pepe Bermejo, Antonio José Alés, el padre Martín Patino, Cholo Hurtado, Miguel de los Santos o Luqui. Junto a viejas glorias como Bobby Deglané, Alberto Oliveras o nuestro paisano Juan Vives. Fue Pepe Domingo hilo de estrella que cosió, con su prolífica vida, 60 años de la mejor radiodifusión en España. Y como tenía un talento natural desbordante y una personalidad brava de pimiento de su Padrón pontevedrés, todo lo hizo bien. España le llora, porque Castaño es parte de la educación sentimental de tres generaciones. Para unos, su muerte es recuerdo de aquel viaje de los domingos tarde con su padre conduciendo, mientras Pepe Domingo pedía un purito Reig. Castaño es recuerdo de aquel viejo tocadiscos escuchando sus canciones a lado de quien ya partió. Pepe Domingo vive también al evocar aquella vieja radio Vanguard de la cocina que sonaba con su voz al llegar uno del colegio. Hace un par de domingos, escuché el habitual inicio de Tiempo de juego de COPE de la mano de un Pepe Domingo pletórico de fuerza, lleno de vida. Y lo hice, lo prometo, con una atención intensa y rara. Algo presentía. Castaño ponía luz a la reina de las ondas que es la voz. Fue la radio en technicolor.