El bibliobús lleva la lectura a cualquier punto provincial

A. Díaz
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El servicio, que cumplió 50 años, tuvo más de 6.000 visitantes y realizó casi 80 nuevos carnés durante el 2022

El bibliobús es un recurso básico para llevar la lectura y el material audiovisual a cualquier rincón provincial. - Foto: Arturo Pérez

Hoy se conmemora el Día del Libro, que se venido celebrando desde el viernes en toda la provincia, con numerosas actividades, centradas en la capital en la Plaza del Altozano, aunque también el Auditorio Municipal acogió el  vigésimo primer Certamen de Libro Gigante y Proyectos Lectores, que se viene celebrando desde el año 2002, una iniciativa de Tina Gallardo y de Juan Manuel de la Cruz, director de la BPE en Albacete hasta enero.

Si importante es la labor que desarrollan día a día administraciones y libreros, que se han volcado en la celebración del Día del Libro, no es menos importante el papel de la administración que hace llegar la lectura, los libros y recursos audiovisuales a cualquier rincón de la provincia. El bibliobús es, por tanto, una herramienta de difusión cultural única.

Los servicios bibliotecarios constituyen uno de los instrumentos fundamentales a través de los cuales los poderes públicos promueven y tutelan el acceso a la cultura, a la que todos tienen derecho según recoge el artículo 44 de la Constitución Española.

De esta forma, las Administraciones Públicas, tanto las de ámbito regional, como provincial o local, deben cooperar de cara a la creación, mejora y sostenimiento de estos servicios y a su adecuada prestación a todas las localidades, por pequeñas que sean o por difícil que resulte su acceso, haciendo realidad las palabras que recogía el Manifiesto de la Unesco sobre la biblioteca pública, al establecer que todos los habitantes de un país tienen derecho a disfrutar de los servicios de biblioteca pública sin ningún tipo de discriminación, incluidas aquellas que pudieran estar generadas por causa del lugar de residencia de cada ciudadano.

Igualmente, la Ley 3/2011 de 24 de febrero, de la Lectura y de las Bibliotecas de Castilla La Mancha establece «la obligación de prestar servicios bibliotecarios públicos de carácter móvil en todos los municipios de Castilla-La Mancha que tengan entre 300 y 1.000 habitantes y no dispongan de biblioteca pública de uso general (art. 16.4)».

Para afrontar el servicio se firma anualmente un convenio a suscribir entre las tres instituciones, Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Diputación Provincial de Albacete y Fundación Impulsa pretende dar cumplimiento a lo anteriormente expresado. 

El primer bibliobús de Castilla-La Mancha se puso en marcha en 1972 en la provincia de Albacete y al año siguiente, se pusieron en marcha dos bibliobuses en la provincia de Toledo. Ya en 1974, en esta provincia se consiguió el objetivo de llegar al cien por cien de la población, lo que significa que el año pasado se celebró 50 años de rutas en la provincia. Para ello se han establecido una serie de rutas para que los bibliobuses puedan llegar al mayor número de poblaciones y consecuentemente a un mayor número de ciudadanos.  Las rutas son las que siguen: Reolid, Viveros, Villar de Chinchilla, La Felipa, Alcadozo, Ayna, Nava de Arriba, Navas de Jorquera, Los Chospes, Robledo, Peñas de San Pedro, Las Minas, Minateda,  Aljubé, Motilleja, Fuensanta, Las Eras, Golosalvo, La Recueja, Jorquera, El Jardín, Casas de Lázaro.

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