Cristián Pérez: «Intenté disfrutar desde el primer momento»

Pedro Belmonte
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El diestro hellinero alude a «las sensaciones tan bonitas vividas tanto interiormente como con toda mi gente, que estuvo apoyándome en ese día tan importante para mí»

El diestro Cristián Pérez salió en hombros en su alternativa en el coso hellinero. - Foto: Jorge Alvarado

Han pasado 10 días desde que Cristian Pérez fuese investido como matador de toros en la plaza de toros de Hellín, su localidad natal, tarde en la que cortó tres orejas, proclamándose triunfador de la tarde. Un día muy señalado en la carrera de un torero, además el Domingo de Ramos, fechas muy significativas para godos los hellineros, quienes trabajan todo el año para darle el esplendor que siempre luce la semana más importante del año para ellos. Hemos conversado con el nuevo matador de toros, para que nos cuente como vivió el día y los sentimientos que surgieron ante, durante y después de la alternativa.

«Me llevo las sensaciones tan bonitas vividas tanto interiormente como con toda mi gente que estuvo apoyándome ese día tan importante para mí. Fue una tarde en la que intenté disfrutar desde el primer momento, cuando empecé a vestirme, olvidándome de toda la presión que llevaba los días anteriores, porque quería vivirla al máximo para que no pasara rápido, el camino a la plaza, saludar a toda mi gente al llegar, el paseíllo y todos esos momentos previos que recuerdo minuto a minuto», asegura.

«El primer toro me equivocó un poco -prosigue-, porque con el capote me pareció que iba a ser mejor por el pitón izquierdo y en la muleta, cuando me eché de rodillas me lo vi un par de veces que se metía por dentro y cuando me puse a torear con la mano izquierda, se metió tanto que me cogió, por lo que cambié a la mano derecha y por ahí desarrolló bravura y clase, con la exigencia de un toro bravo, al que había que poderle y hacérselo todo por abajo y muy toreado desde que lo cogía adelante hasta vaciar el muletazo. Un gran toro con el que me tuve que apretar con él y respondió y al final, no podía dejarme al toro sin torear al natural y pude darle un par de tandas. Además, después de la espinita que llevaba con la espada, lo maté muy bien, me tiré bien a matarlo, como merecía ese toro y mi alternativa, por lo que pude cortarle esas dos orejas con fuerza».

El segundo toro. El segundo astado tenía peor condición, pero logró arrancarle otra oreja. «El segundo toro tuvo más dificultades, cosa que vieron los buenos aficionados y los profesionales. Tuvo movilidad y eso puede engañar a la gente, porque embestía arreando en manso, por lo que había que corregir esos defectos con técnica y sacarle las virtudes, por lo que a base de firmeza y apostando por el toro, pude construir una faena lo más limpia posible. La pena fue el pinchazo, porque no me tiré con la convicción necesaria, y a la segunda me dije que había que tirarse bien y arrancarle una oreja. Embistió a oleadas y había que cogerle el ritmo para poder templarle esa embestida, creo que se me vio tranquilo y con poso».

La cabeza del toro de la alternativa Muy Jabatón, se irá para su casa. «Me he quedado con las dos cabezas de mi lote, pues me iba a quedar con la cabeza del de la alternativa, pero me dijeron que me regalaban una cabeza y decidí quedarme con las dos. Además, en la corrida saltaron toros importantes de presencia y el de la alternativa fue un toro cuajado y serio por delante, lo que me gustó mucho, ya que la gente de Hellín le ha dado mucha más importancia a mi actuación y también de toda la corrida, que fue variada en juego y muy bien presentada», concluye.