Advierten del riesgo para la salud de las altas temperaturas

Teresa Roldán
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Los servicios de Urgencias del Hospital General Universitario de Albacete atendieron el año pasado, entre los meses de mayo y agosto, a 32 personas afectadas por golpes de calor

Varios jóvenes se refrescan de las altas temperaturas en una fuente de la ciudad. - Foto: Rubén Serrallé

Todos los años cuando llega la época estival las consecuencias en la salud de los efectos del calor se dejan notar, porque las consultas de Medicina de Familia, de los Puntos de Atención Continuada y de Urgencias, relacionadas por síntomas secundarios a una exposición prolongada al calor, cambios en los problemas de salud de base de los pacientes, conservación o fotosensibilidad de los medicamentos, crecen. Lo que no es habitual y casi podría ser histórico es que a finales de un mes de abril como el que nos encontramos seamos testigos de la que podría ser la primera ola de calor, puesto que ya ayer la capital registró máximas de 33 grados, y para hoy se espera lo peor porque esteramos en riesgo amarillo, según información de la Agencia Española de Meteorología, con máximas de 35 grados y mínimas de 18.

El año pasado fueron 32 las personas que recibieron asistencia en el Servicio de Urgencias del Hospital General de Albacete por golpes de calor, que se correspondieron con casos atendidos entre los meses de mayo y agosto. Si el año pasado el ascenso de los termómetros comenzó en mayo, este año las altas temperaturas más propias del verano se han adelantado a abril.

El incremento de la temperatura del planeta aumenta la mortalidad relacionada con el calor. Datos del Instituto de Salud Carlos III muestran unas 1.300 defunciones al año atribuibles a las olas de calor en España.En base a estos informes el año pasado, sólo en los meses de junio y julio hubo 19 fallecimientos en la provincia atribuibles al exceso de calor.

La doctora María del Campo, especialista en Medicina de Familia y miembro del Grupo de Salud Planetaria de la Semfyc (Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria), aseguró que el incremento de la temperatura del planeta se relaciona con un aumento de la mortalidad por causa del calor. «Se está viendo que el cambio climático sin duda tiene riesgos para la salud; todas nuestras acciones diarias, además de un impacto en nuestra salud, también tendrán efectos medioambientales, pero con comportamientos más saludables, podemos intentar disminuirlos». 

 En principio cualquier persona puede verse afectada por el calor. Sin embargo, hay grupos de personas que son especialmente sensibles a los efectos del calor y a sus consecuencias, de ahí la importancia de la realización de actividades preventivas, el autocuidado y la detección precoz de síntomas.

«Con estos cambios de temperatura también se agravan patologías ya existentes en personas que padecen enfermedades cardiovasculares, respiratorias, gastrointestinal o renales, entre otras. Si habitualmente nuestro cuerpo produce sudor para enfriarse, si no se consigue el objetivo, nuestra temperatura del cuerpo aumenta y pueda dañar nuestra salud», agregó la doctora del Campo.

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