«Los agricultores nos preguntan en la calle ¿y cuándo voy a cobrar mis 100 euros?». El presidente de Asaja, José María Fresneda, pone este ejemplo para avisar de que en el campo la gente está pendiente de las ayudas por sequía, pero advierte de que «la verdad» de estas subvenciones «no tienen nada que ver con los anuncios». En la organización agraria ya disponen del texto de la Orden, que mañana se publicará en el Diario Oficial, y lo han comprobado.
El mayor problema está en que «se van a quedar muchos agricultores sin ayudas». Cree que va a ser en un número tal que puede llegar a ser un problema. Hay varios factores en los requisitos de estas ayudas que dejarán fuera a bastantes agricultores, como apuntan en Asaja. Por un lado, porque se han recuperado unas ayudas que ya figuraban en el Programa de Desarrollo Rural para zonas montañosas y zonas con limitaciones naturales. Otra de las claves es que estas ayudas son para los agricultores que figuran como agricultor a título principal, cooperativas o sociedades transformadoras, pero se quedan fueras las sociedades y comunidades de bienes. «Hay muchas sociedades y comunidades de bienes que se han hecho incluso por recomendación para mejorar las condiciones de una explotación», apostilla Fresneda, «y este es el palo que se van a llevar».
También recuerdan que el 100% de la ayuda, los 100 euros por hectárea, solo se cobrarán en las primeras cinco hectáreas. Se baja al 75% hasta la hectárea 25, a la mitad hasta las 50, a un cuarto hasta la 80 y a partir de la ochenta nada. El tope de explotación está en los 4.000 euros, pero Asaja asegura que el coste que tiene cultivar una explotación de 80 hectáreas, la que se podría llevar esa cantidad, está en los 24.000 euros y que con la sequía se ha perdido el 90% del cereal de secano, las proteaginosas y las oleaginosas.
Otra derivada está en que estas ayudas dependen de que Bruselas apruebe una modificación. «Lo que se ha anunciado no es verdad», insiste Fresneda, «tendrían que haber anunciado que ya está hecha la propuesta a Bruselas». Y además la vicepresidenta de Asaja, Blanca Corroto, añade que este presupuesto, que supera los 40 millones se va a sacar del dinero que la Junta calcula que va a sobrar de las líneas de incorporación de jóvenes y mejoras de explotaciones. «Vamos a ver si no va a tener dolores de cabeza lo que modifique», apunta Corroto, «es una burda mentira». Ella apuesta por que se hubiera declarado zona catastrófica, lo que habría facilitado la aprobación de las ayudas.
Fresneda habla directamente de «anuncios malvados» y deja caer que «cuando alguien confunde a la gente, hay una actitud malvada». Por eso tampoco entiende que se presuma de que ya se han solicitado 9.000 ayudas, porque si los que lo han pedido no cumplen los requisitos no la tendrán. «Muchos lo han solicitado por la incertidumbre que ha generado una información tendenciosa, sin ánimo de decir la verdad», indica.
Esta primavera no ha llovido cuanto debía y las precipitaciones de ahora ya no solventarán las pérdidas en los herbáceos. Sin embargo, el agua que está cayendo en mayo y junio ha venido bien para los leñosos como almendros y pistacheros. También será bueno para el olivar. La falta de lluvia en primavera hizo que se perdiera un 20% de la cosecha, pero la aceituna que ha aguantado ahora están «muy bonitas y hermosas», comentó Corroto. Para la ganadería también ha sido clave para que las explotaciones tengan agua para que los animales beban, sin embargo ha sido tan tardía la llegada de la lluvia que ya no servirá para recuperar el pasto y los ganaderos tendrán que incrementar el gasto en forraje.