El Atlético Albacete cosechó su segunda derrota consecutiva y la cuarta en las cinco primeras jornadas de liga en su visita al Cazalegas. El conjunto de Chus Fernández apenas tuvo ocasiones claras de gol y evidenció numerosos fallos en la zona defensiva, lo que dio como resultado una abultada derrota (4-0).
El encuentro arrancó ya torcido por un primer error defensivo del filial del Albacete, que jugó de inició con cinco jugadores en la línea de defensas. La llegada de Álvaro Gil por la banda encontró la finalización atinada de Alfre Ramos. En los minutos siguientes, el equipo albacetista buscó el empate con Bolívar y Marcos Moreno como sus referencias en ataque, pero la zaga cazalegueña se lo puso muy difícil a ambos, que ni siquiera consiguieron tirar a puerta.
Antes de que el Atlético Albacete tuviera una ocasión mínimamente interesante llegó el segundo gol para los pupilos de Rubén Pulido. Esta vez llegó por un centro de Rubén Rivera a Migallón, que mejoró la jugada con un disparo certero cerca de la línea de meta. Una segunda falta de vigilancia muy perjudicial.
Tras la pausa para hidratarse por el intenso calor, el Atlético Albacete trató de encontrar el área local aunque fuera desde cada saque de banda, intentando aprovechar cada acción de estrategia.
Pero el Cazalegas estuvo firme en defensa y se sintió con confianza para agrandar la herida albaceteña. El conjunto naranja poco menos que asedió la meta visitante, donde Juanpe se convirtió en protagonista en esta recta final parando disparos a bocajarro tanto de Godoy como Meneses. Lo que no esperaba el arquero era que le derribara el fuego amigo. Ante un nuevo balón servido por Álvaro Gil, Edu despejó mal el balón, metiéndolo en su propia portería.
Chus Fernández introdujo cambios para la segunda parte, buscando dar otro aire al equipo y buscar a Bolívar, además de aplicar más presión a su adversario. Pero no era el día. El cuarto gol llegó en el minuto 55, cuando Alfre Ramos hizo buena una asistencia de Migallón por su banda.
El encuentro prácticamente se acabó ahí, básicamente porque el Atlético Albacete no encontró los caminos para acercarse al arco de Soto. Ya en los minutos finales la plantilla albaceteña subió su línea defensiva al centro del campo, aunque a pesar del riesgo no sufrió más acometidas locales.
Duro revés para un filial que sólo cuenta con un punto en su casillero y que debe acometer con urgencia la tarea pendiente de no conceder los numerosos errores que le están lastrando.