Gran victoria del Villarrobledo ante un Calvo Sotelo que llegó al Barranco del Lobo crecido después de su victoria frente al Azuqueca. El conjunto de Aracil se mostró férreo en defensa y secó a uno de los mejores ataques de la categoría. Carlos Martínez marcó el primer gol y De Giovanni puso la sentencia con una volea estratosférica.
El partido comenzó con ambos equipos respetándose y sin arriesgar mucho. Poco a poco quien fue perdiéndole el miedo a su rival fue el equipo robledano, que a base de balones parados empezó a inquietar la meta de Mario. En un envío en largo llegó la primera ocasión reseñable del partido, cuando Fran Minaya -que fue el mejor del encuentro- pinchó el cuero y cerca estuvo de aprovechar la mala salida del portero del cuadro puertollanense, pero su disparo con poco ángulo se marchó desviado.
Ninguno de los dos equipos mostraba un juego vistoso, pero sí es cierto que daban mayor sensación de peligro los lobos y en una jugada por la banda izquierda llegó el primer tanto del partido. Carlos Martínez recibió una buena apertura de Jojo, le pegó con la zurda y su disparo tocó en Sahuquillo lo suficiente para meterse por la escuadra izquierda. Después del tanto del Villarrobledo se esperaba una reacción del Calvo Sotelo. Sin embargo, el partido, sin ocasiones para el Puertollano, se marchó así al descanso
Tampoco cambió mucho el encuentro tras el paso por los vestuarios. Sí que es cierto que Esteban Bécker introdujo a Mañas y Pacheco y el cuadro minero comenzó a presionar más alto y a llegar a zonas de peligro con mucho juego por las bandas, aunque no fueron capaces de concretar jugadas. La ocasión más clara llegó por mediación de Mañas en un pase atrás que tocó en Caste y a punto estuvo de colarse en la portería del Villarrobledo.
Ante la espesura de ambos equipos, fueron llegando más modificaciones. Entró Iván Limón, que bien pudo ser expulsado por una entrada terrorífica con los tacos a la altura de la rodilla de Leo Mendes, y solo recibió cartulina amarilla. Y también se incorporó al terreno de juego De Giovanni, que fue quien acabó con las aspiraciones del Calvo Sotelo en el Municipal de la Virgen cuando se inventó una volea estratosférica desde 25 metros que se coló por la escuadra.
A partir de ahí el Calvo Sotelo quedó prácticamente noqueado. Pudo ampliar su renta el cuadro rojillo con dos ocasiones de Farisato en el tiempo añadido. Finalmente el encuentro terminó con 2-0 y con un Villarrobledo que se mantiene una jornada más en la zona alta de la clasificación.