La restauración del órgano de Lezuza avanza a buen ritmo

I.M.
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Una vez rehabilitada la caja, ahora es el turno para reconstruir la maquinaría interna, aunque habrá que esperar dos años más para que se vuelva a oír en las celebraciones y en conciertos

Imagen de las restauraciones que se lleva a cabo en este órgano. - Foto: Asociación de Amigos del Órgano Histórico

La historia del órgano de Lezuza arranca en 1773 con su construcción a cargo de Gaspar de la Redonda Ceballos, un organero de la localidad conquense de  Campillo de Altobuey,  junto a los escultores José Castell y Juan de Rivas, de Villahermosa de Ciudad Real y de El Bonillo, respectivamente, que se encargarían de hacer la caja, mientras que el dorado lo realizaría  Gabriel Mira, de Aspe de Alicante. 

 Este órgano, uno de los mejores que tenía la provincia, estuvo en funcionamiento hasta la Guerra Civil, cuando, al igual que pasó con otros de estos instrumentos en otros puntos del país, fue destruido y aprovechada su tubería para  hacer munición de guerra.

Tiempo después, y pensando en su recuperación, en recuperar el patrimonio perdido, hace cinco años se crearía la Asociación de Amigos del Órgano Histórico de Lezuza, integrada por el Ayuntamiento,  la parroquia Nuestra Señora de La Asunción y otros colectivos culturales lezuceños y hace dos años se comenzaría a trabajar en su restauración, la cual, no sólo va a buen ritmo sino que también ha llegado a su ecuador. 

Una vez rehabilitada la caja, ahora lo que toca, apunta Ángel Munera, secretario de la citada Asociación, es reconstruir la maquinaría interna a cargo del taller de Carlos Álvarez en la localidad turulense de Villel, y es que, como apunta, Munera, aún queda trabajo. 

«Puede quedarnos, dice Munera, al menos, un par de años, para que lo recuperamos totalmente, para que pueda ser tocado durante las celebraciones litúrgicas, para que podamos dar  diferentes conciertos y para que sea, en definitiva, un elemento dinamizador de la economía y del turismo para esta población».

Recuperar este patrimonio va a suponer unas 200 000 euros, de los cuales, explica, la mayor parte del mismo ya ha sido financiado por el Obispado de Albacete, la propia parroquia de esta localidad albacetense, y su Ayuntamiento, la  Junta y la Diputación Provincial. 

Además se está contando con las aportaciones que les llega vía los propios vecinos de Lezuza, los más de un lezuceños que, en su día, tuvieron que emigrar a diferentes ciudades españolas y los propios socios de esta Asociación, cuyo presidente, por otra parte, es el alcalde, mientras que su vicepresidente es el párroco.