La Iglesia de Albacete tiene dos nuevos sacerdotes

Antonio Díaz
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La Catedral acogió la ceremonia de ordenación de Saúl Muñoz González y Alejandro Marquina Espinosa, en una eucaristía concelebrada, presidida por el obispo de Albacete, Ángel Fernández Collado

Un momento del rito de ordenación en la Catedral de Albacete. - Foto: José Miguel Esparcia

Saúl Muñoz González y Alejandro Marquina Espinosa son nuevos sacerdotes de la Iglesia de Albacete, tras la ceremonia de ordenación sacerdotal que se llevó a cabo en la Catedral de Albacete, en una eucaristía concelebrada, presidida por el obispo de Albacete, Ángel Fernández Collado. 

La anterior ordenación se llevó a cabo en 2021 y en aquella ocasión el nuevo sacerdote fue José Juan Vizcaíno y fue el domingo, 22 de septiembre de 2013 cuando se produjo, también en la Catedral, la última ordenación de más de un sacerdote. El entonces obispo de Albacete, Ciriaco Benavente, ordenó sacerdotes a cuatro jóvenes para la Iglesia de Albacete. Fueron Fernando Zapata, José Valtueña, y los frailes Carlo Venosino y Bernardo Cugno, religiosos italianos. 

La ordenación de Alejandro Marquina y Saúl Muñoz también fue todo un acontecimiento, con la Catedral llena de fieles, la participación del coro,  familiares y amigos, así como gran parte del presbiterio diocesano albacetense y de la diócesis de Orihuela-Alicante, seminario donde estudiaron.  

Homilía. El obispo de Albacete, Ángel Fernández Collado, en su homilía, transmitió su felicitación a Saúl Muñoz y Alejandro Marquina, «por vuestro sí generoso a Jesucristo para ser sus sacerdotes, en su Iglesia. Habéis sido elegidos por el Señor para realizar una tarea singular, en un momento importante en la historia de la humanidad».

Estamos, apuntó el obispo, «en una nueva etapa donde parece que Dios es expulsado de la vida ordinaria de la gente. Vuestra ordenación sacerdotal tiene sentido. Es útil y necesaria y nos descubre otra realidad que hará feliz vuestra vida de entrega al Señor y a los fieles a vosotros encomendados».

Al ser ordenados presbíteros, como Cristo sumo y eterno sacerdote, en su Iglesia y para su Iglesia, dijo el obispo «estáis llamados a manifestar con vuestra vida sacerdotal y con el ministerio que se os encargue, una realidad muy especial, ser testigos de Jesús y su Evangelio en medio de los hombres. Por ello os pido, que no adulteréis esta misión, no hagáis que la tarea que el Señor os regala, se oscurezca».

Confirmó Ángel Fernández que «después de unos años de estudios y formación en el seminario, unos meses de pastoral en parroquias y comunidades y de una cuidadosa reflexión, ahora vamos a elevar al orden de los presbíteros a estos hermanos nuestros para que al servicio de Cristo, maestro, sacerdote y pastor, cooperen para construir el Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, pueblo de Dios y el templo del Espíritu Santo».

Invitó a Saúl Muñoz y Alejandro Marquina a «reflejar con vuestras vidas sacerdotales y ministerio el rostro del amor y de la ternura de Dios hacia los hombres».

Transmitió el obispo de Albacete unas breves recomendaciones, a ambos: tener cercanía con Dios en la oración, estar cerca del vuestro obispo, tened cercanía entre vosotros, en el presbiterio diocesano y, por último, la cercanía más importante, después de Dios, es con el pueblo de Dios. Asimismo, tuvo unas palabras de afecto con los padres de ambos. 

Tras la homilía comenzó el rito de ordenación, en el que Saúl Muñoz y Alejandro Marquina realizaron sus promesas, antes de dar paso a las letanías. Una vez finalizadas el obispo, Ángel Fernández realizó la imposición de manos, así como el resto de sacerdotes concelebrantres en la eucaristía, como signo de acogida en el presbiterio diocesano.  Tras la plegaria de ordenación, fueron revestidos con la estola y casulla, como nuevos sacerdotes. Tras lo que se produjo un emocionado  aplauso en la Catedral y recibieron el cáliz y la patena. Ya con Alejandro Marquina y Saúl Muñoz, como nuevos sacerdotes,  continuó la liturgia eucarística.