Fernando Jáuregui

TRIBUNA LIBRE

Fernando Jáuregui

Escritor y periodista. Analista político


A esta campaña ya solo le falta Franco

18/05/2023

La verdad es que introducir a ETA en el vértice de una campaña electoral que debería tener el carácter de municipal y autonómica, es decir, local, resulta del todo incomprensible. Entre otras cosas, porque la banda del terror lleva disuelta desde los tiempos de José Luis Rodríguez Zapatero, más de una década ha. Y, sin embargo, ahí hemos visto al PSOE y el PP enzarzados en una pelea dialéctica brutal tanto en el Senado el martes como este miércoles en el Congreso. Nada de lo que se dijeron los unos a los otros tiene ni el menor sentido ni el menor valor para los ciudadanos, más allá de la idiosincrasia del nacional-cainismo, que busca cualquier pretexto para que se dividan de manera irreconciliable las dos (o más) Españas.
"A esta campaña le está faltando Franco", me comentó, con sorna y humor, un veterano corresponsal francés, seguidor habitual de la política española, rememorando que la figura del llamado caudillo siempre acaba saliendo a relucir en la dialéctica de unos partidos contra otros. Y ETA es el otro gran asunto recurrente, ahora gracias a la metedura de pata de Bildu presentado a ex etarras con delitos de sangre (ya pagados en la cárcel, eso sí) en las candidaturas electorales. No sé, ni me importa, si la coalición liderada por Otegi quería provocar o, simplemente, en su mentecatez, ni se dio cuenta de que estaba dinamitando la campaña de su 'aliado' (que no socio) Pedro Sánchez.
Algún día sabremos más pormenores de lo que ha ocurrido en los bastidores, y hasta qué punto es cierto que todo este 'affaire' ha molestado mucho a un Arnaldo Otegi que no lo ha controlado y está empeñado en hacer que la banda terrorista a la que perteneció caiga en el olvido. El caso es que las cosas han sido como han sido y han derivado en los absurdos rifirrafes parlamentarios que alejan de nuevo a nuestros políticos de esas cosas de comer que son las que importan, o deberían importar, a los españoles.
Se equivoca el PP al esgrimir a ETA como argumento electoral. Se equivoca Sánchez no rompiendo alianzas estratégicas con Bildu, aunque nada de malo haya, me parece, en aceptar que la coalición liderada por Sortu apoye medidas razonables en el Congreso. Pero Bildu no sería, en teoría y ahora mismo, imprescindible para una nueva investidura de Sánchez; en todo caso, lo más lógico es que la apoyase ante el temor a que quien gobierne en España en las próxima legislatura sea el Partido Popular apoyado por Vox, lo que haría que a los abertzales les fuese bastante peor, para contento sin duda del Partido Nacionalista Vasco, gran rival electoral ahora de Bildu.
No me preocupa que Bildu, Esquerra u otras formaciones más bien extremistas en según qué materia apoyen al Gobierno. Lo preocupante son las contrapartidas, evidentes en el caso de los catalanes, no tanto en el de los vascos. Creo, en suma, que no sobra el diálogo del Gobierno con ningún partido (aunque debería practicarlo más con el PP); me encuentro entre esos 'idiotas' (según esas voces que descalifican a cuantos piensan lo contrario que ellos) que creen que es mejor tener a los ex etarras sujetos en el diálogo y en las instituciones parlamentarias que agitando fuera del sistema.
Pero también pienso que, aunque ETA está muerta y bien muerta, Dios sea loado, favorecer su memoria, como hacen aún algunos irreductibles, desde el abertzalismo o desde la oposición, es un contrasentido más. Dejen en buena hora a ETA (como a Franco) en su ataúd y dedíquense a temas más arduos, como la inflación, las bolsas de pobreza o la profundización en la democracia, que esa es otra.