Piden frenar las importaciones de porcino

SPC
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A pesar del descenso de casos de peste porcina africana en las zonas afectadas europeas, el sector es demasiado importante en España como para permitirse tener un desliz que sería catastrófico

Piden frenar las importaciones de porcino - Foto: Diario de Burgos Alberto Rodrigo

Las principales organizaciones cárnicas porcinas españolas han pedido a sus asociados que extremen al máximo las precauciones para evitar la entrada en España de la peste porcina africana (PPA) a nuestro país, tras años expandiéndose por países europeos. En concreto, la Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (INTERPORC) solicita que se disminuya «e incluso que frenen» las importaciones de porcino, tanto de animales vivos como de productos cárnicos desde zonas afectadas por la enfermedad. ¿La razón? Un sistema de trazabilidad de orígenes y garantía sanitaria «complejo y no siempre fiable» en los países de los que proceden los animales o los procesados. La excelente labor que en ese sentido se lleva a cabo en España no siempre tiene correspondencia fuera de nuestras fronteras y un error podría ser fatal.

En un cartel enviado y remitido conjuntamente con la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (ANICE) a sus asociados hace pocos días, INTERPORC expone que la entrada de productos cárnicos de países con presencia de la enfermedad «es difícil de controlar, sobre todo en matanzas domiciliarias, como sucede en los países del Este». Una falta de confianza que se da, entre otras cosas, porque España es uno de los países de la Unión Europea con mayor número de importaciones de cerdos, ya sean lechones, reposición o cerdos para sacrificio, con lo que las posibilidades de que se cuele un ejemplar infectado sin detectar aumentan respecto a otros territorios.

Una postura que defiende también el sector, ya que en julio COAG ya pedía a todos los agentes del sector porcino, en especial a las empresas importadoras, responsabilidad para evitar la entrada de la PPA a nuestro país tras detectarse varios casos junto a los Países Bajos, uno de los principales proveedores para España. No se debe olvidar que el patógeno que causa esta enfermedad se mantiene activo en los cadáveres y dura incluso varios meses en las canales congeladas.

En su barómetro de diciembre, INTERPORC solicita de forma clara a sus asociados «disminuir e incluso frenar la importación de animales vivos y carne y productos cárnicos durante los próximos meses, hasta conocer el desarrollo y evolución de la enfermedad». En cualquier caso, no es la primera vez que las patronales ponen una indicación similar sobre la mesa, aunque sí de forma tan evidente. Ya en julio, ANICE envió una circular a sus asociados en la que invitaba a «evitar la importación de animales vivos de zonas afectadas o de riesgo de presencia» del virus, recordando que España importa 75.000 animales vivos a la semana (lechones para vida, lechones para sacrificio y cerdos de engorde para sacrificio), «por lo que habrá que centrar esfuerzos en esta medida».

Al mismo tiempo, solicitaba evitar traer carne y/o productos frescos o curados desde países afectados. «Es importante prestar especial atención a los trabajadores que procedan de países afectados o de riesgo de presencia de la enfermedad al traer de sus países de origen productos cárnicos que pudieran estar contaminados con el virus. Por ejemplo, un simple bocadillo de embutido, preparado en zona infectada, puede originar un nuevo brote de enfermedad», anotaba.

Pese al llamamiento de las patronales cárnicas a la prevención y el freno de esta actividad durante la segunda mitad del año pasado, las importaciones de cerdo se han seguido produciendo. De hecho, y en relación con los informes que maneja INTERPORC, en los diez primeros meses de 2022 (entre enero y octubre) se han importado en España 2,61 millones de cabezas de porcino, lo que se traduce en un crecimiento del 8% en volumen y un 12% en valor de las importaciones de porcino de animales vivos respecto al mismo periodo del año anterior, siendo Países Bajos el principal proveedor de cerdos vivos.

 

La PPA baja.

La peste porcina africana ha provocado el sacrificio de un millón y medio de cerdos en Europa en los últimos dos años. Sin embargo, los datos invitan a un cierto optimismo, ya que el número de casos en 2022 ha sido sensiblemente inferior al de 2021. Si hablamos de los jabalíes, que son el vector de transmisión más importante debido a la dificultad de su control, el número de ejemplares infectados (detectados) se ha reducido casi a la mitad respecto a los doce meses anteriores, a pesar de haber colonizado nuevos países como Italia.

En el caso de los cerdos domésticos, los casos han pasado de algo más de 1.800 en 2021 a poco menos de 400 en 2022. Las medidas de control en las zonas afectadas parecen estar dando sus frutos. Estrictas normas bioseguridad en las explotaciones y control de jabalíes (en Alemania la Administración llegó a pagar a los cazadores una cuota por cada ejemplar abatido) han contribuido sin duda a reducir la cantidad de animales infectados.